En la Comuna 8 (Villa Soldati, Lugano y Riachuelo) la expectativa de vida es de 69,8 a 70,5 años para hombres y de 78,3 a 79,4 para mujeres. Mientras que en las comunas del norte (Palermo, Belgrano, Villa Urquiza) asciende a 74,7 a 77,5 para ellos y a 82,1 a 85,3 para ellas. Fuente: Nueva Ciudad

Un estudio mostró otra faceta de la gran desigualdad que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires. Según en qué barrio se viva, la esperanza de vida puede registrar una diferencia de hasta seis años. Por caso, en la Comuna 8 (Villa Soldati, Lugano y Riachuelo) la expectativa de vida es de 69,8 a 70,5 años para hombres y de 78,3 a 79,4 para mujeres. Mientras que en las comunas del norte (Palermo, Belgrano, Villa Urquiza) asciende a 74,7 a 77,5 para ellos y a 82,1 a 85,3 para ellas. Así se desprende de una investigación publicada por la revista The Lancet, según difundió Clarín. Bajo la premisa de que “Latinoamérica es una de las regiones más desiguales en el mundo”, el estudio detalló las diferencias que hay en el interior de seis grandes ciudades, incluida Buenos Aires. El trabajo fue realizado por un equipo de epidemiólogos internacionales, entre ellos Marcio Alazraqui, del Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa). Según el informe, Buenos Aires tiene un “patrón mixto”, con una división centro-periferia (mayor esperanza de vida en la parte central) y con un aumento del sur a norte. Es decir, que las comunas del norte de la Ciudad (así como los partidos adyacentes de la Provincia) tienen una mayor esperanza de vida en comparación con las comunas del centro-sur y las áreas periféricas del sur. Consultada por Clarín, la doctora en psicología Solange Rodríguez Espínola, investigadora del Observatorio de la Deuda Social (UCA), confirmó que ellos tuvieron resultados similares. “Nuestros datos vienen evidenciando que tenemos una distribución poblacional distinta en cuanto a condiciones y a desigualdad en función de lo que es conurbano bonaerense y Ciudad de Buenos Aires. Y diferenciando norte, sur y oeste”, explicó. Según la especialista, en las zonas con menor expectativa de vida hay un marcado deterioro en la salud, un contexto de precariedad laboral, peores condiciones socioresidenciales y habitacionales, y un menor acceso al agua, cloacas, sistema de salud, y cuestiones culturales. En tanto Dolores Dimier De Vicente, secretaria académica del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral, agregó otros factores de incidencia en la esperanza de vida: “Tener acceso a los remedios, a las medicaciones y al plan de salud es un índice muy importante. También la canasta familiar, la participación social (actividades comunales, políticas y laborales), el nivel de educación, y el acceso a la calidad de vida dentro del hogar”. Caracteres: 2.500 Fuente: Nueva Ciudad Fuente Fotos: Clarín

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