Fuente: Periódico Voces de la Comuna 15. Por Ezequiel Semo
El 21 de enero último fui a la estación y pude ver que se reactivaron los trabajos para finalizar la obra que había quedado inconclusa. La idea es que se reinaugure en un corto tiempo. Hace casi cinco años que el tren no para y casi tres que las obras de finalización de Villa Crespo y La Paternal fueron abandonadas. Así que es una muy buena noticia.
Gran sorpresa me llevé al ver que estaban interviniendo el edificio histórico de pasajeros. Me acerqué para ver con más precisión que es lo que estaban haciendo. Además quise presentarme e intentar hablar con algún encargado o inspector de obra para ofrecer mi colaboración y contribuir en esta tarea de recuperación del edificio que el próximo julio cumplirá 118 años.
Limpieza, trabajos de pintura en muros, marcos de puertas y zócalos además de la colocación de molduras de madera son acciones positivas que pude encontrar en un primer momento.
Transcurrida la emoción me sorprendo al ver que estaban pintando las chapas del techo de color negro. Imaginen naturalmente la falta de luz que se generó entre el techo de la estación y las vigas de hormigón del viaducto como para encima pintar las chapas de negro. Luego noto que quitaron, del lado de la Avenida Warnes, todo el sistema de desagües para lluvia: la canaleta, los soportes para las mismas, los caños de desagües y sus piezas que permitían quedar amurados a la pared. Me pregunto cuál fue el criterio, ¿Que las canaletas estaban picadas y llenas de cemento resultado de la obra del viaducto?, ¿Que las cubiertas del edificio no recibirán más lluvias de forma directa?
Esto es una realidad por haber quedado ahora debajo del viaducto, sin embargo que persista este sistema de desagües nos recuerda como estuvo emplazada la estación entre los años 1904 y 2017. Aunque vaya en contra del sentido común esas canaletas y caños tenían que persistir.
Hace ya muchos años que la estación La Paternal fue perdiendo galpones, garitas y hasta la playa de cargas, dependencias y detalles que hacían al sistema operativo y formaban el paisaje ferroviario.
Sobre todo, hay que hacer notar, que a partir del año 2011 esto se aceleró vertiginosamente desapareciendo por medio de la omisión (abandono) o la acción (obras e intervenciones) institucional (Tanto de UGOFE LSM, TRENES ARGENTINOS, ADIF SE, El GCBA y AUSA):
-El piso centenario de granito ubicado bajo el alero (andén a Retiro).Destruido a mazazos y sustituido por baldosones de muy mala calidad en el año 2011.
-El alero (y todos los componentes que lo formaban) del edificio de pasajeros y el cartel indicador de madera de “andén 2” con la obra de elevación de andenes. Esto generó un radical cambio en su fisonomía. 2014.
-Los tres carteles originales, que rescatamos y donamos al Museo Nacional Ferroviario. Año 2014/2015.
-El gran banco de madera de la sala de espera. Año 2015.
-El abrigo del andén ascendente(a Pilar), El baño para damas, el baño de caballeros, la ex Farolería y la puerta de la sala de espera. Año 2018.
-El diseño original bajando el techo del sector donde funcionaba la casa del Jefe para que calce una viga de hormigón. Año 2018.
-Los postigones de madera y metal que tenían todas las ventanas. Descartados como basura de obra. Año 2020.
Y ahora fue el turno del el sistema de desagües.
En la arquitectura ferroviaria cada detalle, por más chico e insignificante parezca, sirve. La presencia de estos nos interpela y nos cuenta pequeños grandes relatos que forman las capas históricas de nuestro patrimonio ferroviario barrial: que materiales se usaron en distintas épocas, las distintas formas de trabajarlos, las huellas de las distintas administraciones por medio de los colores. ¿Sabían ustedes que los soportes metálicos de las canaletas y caños de desagües tenía un sello del “BAP”(Ferrocarril de Buenos Aires Al Pacifico)?
La buena instalación y la calidad en los materiales del sistema para lluvia hizo que fuera difícil su extracción. Tanto laburo para luego sus componentes ser simplemente desechados como simple chatarra metálica. Era hasta más fácil dejar todo ahí. Esta vez llegué tarde a esta cita. No pude rescatar nada.
Ahora a estar atentos a lo que sucede con las puertas y ventanas originales que supuestamente todavía falta volver a colocar. Aun conservaban herrajes y picaportes originales.
Las intervenciones en un edificio más que centenario debieran ser muy cuidadosas o por lo menos estudiadas. Creo que hay una falta de creatividad por un lado y un desconocimiento del patrimonio histórico que asombra por parte de las autoridades. Pareciera ser un gesto de época.
Estas pérdidas me generan mucha mala sangre. Para tratar de no sentirme mal, primero, creo, hay que accionar en el espacio, estar ahí en el territorio. También anotar, describir, recordar. La indignación solo se transforma en algo positivo con la acción. Aunque hay veces también, cuando nada ya se puede hacer, recuerdo una frase de mi abuela que decía: “más se perdió en la guerra”.
Ezequiel Semo es artista visual, investigador. Accionó quince años en el proyecto artístico ABTE – Agrupación Boletos Tipo Edmondson-. Es fundador del Archivo Textil Ferroviario. Lo encuentran en las redes: Ezequiel Semo en FB e IG y No demuelan la estación La paternal en FB. Contacto: ezequielsemo@gmail.com
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Foto de portada (Ezequiel Semo): Se reactivan los trabajos en la estación La Paternal. Intervención en el edificio histórico de pasajeros. 21/01/2021.
Agradecimientos: Oscar Rojas, Omar Gutierrez. Fotos: Ezequiel Semo
