Por Ezequiel Semo
Marzo 2023, un clima abrasador y falta de lluvias invaden a gran parte del país, las elevadas temperaturas hacen insoportable la vida en la gigante, asfaltada y sobre construida Ciudad de Buenos Aires. Cortes de electricidad que duran días, falta de agua, noches oscuras y pesadas.
“El término Luz en Masonería se refiere al conocimiento iniciático que los masones pretenden adquirir. Conocer la luz es conocer la Verdad, adquirir la conciencia de un centro de luz, y en consecuencia, de fuerza espiritual. La percepción de la luz es una experiencia sensorial con aspectos tanto físicos como emocionales. Las fuentes de luz natural han dado lugar a asociaciones que hoy se encuentran profundamente arraigadas en la psique humana. Sentimos que la luz del sol nos ofrece seguridad, calidez y claridad de visión, mientras que la luz de la luna y de las estrellas es mágica, misteriosa e induce al romance, a la contemplación y al asombro. La luz nos sirve para iluminar o señalizar, tanto caminos como estancias.” (Las Luces en la Masonería en www.gadu.org)
Sobre Juan Agustín García, frente a donde vivo, una reparación de emergencia encarada el viernes 10 por Zubdesa SA (una empresa contratista terciarizada que trabaja para AySA) dejó al descubierto unos caños pluviales de gres* al parecer bastante antiguos. Fabricados por C. Grosspeter en Grosskönigsdorf, Alemania, para nuestra Obras Sanitarias de la Nación – OSN-.
Dice el Catálogo de cerámicas históricas de Buenos Aires (2001) del arquitecto y arqueólogo argentino Daniel Schávenzon:
“Respecto a los caños para agua(…)miden cerca de media vara o poco más por 17 cm. de ancho, presentan las marcas del torno y tienen un simple sistema de machihembrado para la unión; los hay cubiertos por un delgado vidriado interno que puede chorrearse al exterior y son bastante irregulares a primera vista.
Hasta la fecha, los caños excavados provenientes del extranjero tuvieron su origen en Alemania, Inglaterra y Francia. Una observación cuidadosa permite hallar la diferencia entre ellos, en especial en el vidriado, cuya coloración va desde el verde al marrón oscuro por la composición de las pastas.
Entre las marcas comunes en Buenos Aires citemos a Geo. Jennings – London & Poole, Smith & Co. – Old Kent Road – London, C. Grosspeter, Deutschland (…)”
En 1884 Wilhelm Köhnen y Carl Grosspeter, empresarios ferroviarios alemanes, comienzan a extraer arena de sílice en Frechen-Buschbell. En 1889 los fundadores de la empresa se separan. Carl Grosspeter se hace cargo de las operaciones en Buschbell y Grosskönigsdorf con una empresa llamada C. Grosspeter GmbH Sand and Stoneware Works.
En 1890 ampliaron sus operaciones de trabajo y erigieron una fábrica de gres en Grosskönigsdorf para producir conductos y ladrillos para alcantarillado.
Posiblemente estos antiguos pluviales desenterrados de la vereda de Juan Agustín García casi Sánchez, hayan sido fabricados entre 1890 y 1919. Este último año Otto Lindemann y su empresa Cologne-Frechener Kristallsandwerke junto con Hans Grosspeter (hijo de Carl), fusionan las dos compañias vecinas llamándose Grosspeter Lindemann & Co. KG.
Volviendo del trabajo el mismo viernes, veo en el lugar de la reparación el corralito de Zubdesa SA que contiene los cúmulos de tierra, escombros y los fragmentos de pluviales medio estrangulados por raíces de plátano. Algo de la materialidad de los residuos descartados me llamó la atención. Mi mayor sorpresa fue encontrar en los caños de gres el logo de C. Grosspeter con una clara referencia masónica: se puede apreciar en el centro el símbolo compuesto por la escuadra y el compás que representan la virtud y los límites y que juntos encuadran a la letra G. Esta letra tiene el valor numérico de tres y es el número al que se hace referencia históricamente al hablar de dios y junto a la letra A, que forma el compás, citan al Gran Arquitecto del Universo G∴A∴D∴U∴. Además la Letra G masónica alude también a la geometría y es a la vez, en nuestro gres, la referencia a nuestro Grosspeter.
Volver a ver la luz
“La Luz está identificada tradicionalmente con el espíritu o con la manifestación de la moralidad y de la sabiduría. La luz está en relación complementaria con la oscuridad. El simbolismo de la salida de las tinieblas hacia la luz está en todos los rituales de iniciación. Luz y oscuridad son valores alternantes.” (Las Luces en la Masonería en www.gadu.org)
En una época marcada por una crisis en la distribución energética, por cortes de luz, y el maltrato al usuario, y en donde la mayor responsabilidad la tienen las empresas que se encargan de distribuir la electricidad en el AMBA, estos desagües antiquísimos volvieron a ver la luz.
* Gres (palabra proveniente del francés grès, arenisca) es el término genérico que designa una pasta cerámica, formada por arcillas, materiales como el sílice, y fundentes, como el feldespato. Sus principales características son su dureza y su baja absorción de agua una vez cocido a su temperatura (1000ª-1300º C) de sinterización vítrea.
Con el gres se pueden fabricar una cierta variedad de productos como sanitarios, tuberías de saneamiento, vajillas, alfarería entre otros, pero sin duda el mayor campo de aplicación es la producción de pavimentos y revestimientos de baldosas.
Ezequiel Semo es artista visual e investigador. Trabaja en el Centro de difusión e información sobre el judaísmo argentino Marc Turkow de AMIA. Accionó quince años en el proyecto artístico ABTE -Agrupación Boletos Tipo Edmondson-. Es fundador del Archivo Textil Ferroviario. Lo encuentran en las redes: Ezequiel Semo en FB e IG y No demuelan la estación La paternal en FB. Contacto: ezequielsemo@gmail.com
Foto de Portada: Algunos pedazos de pluviales de gres en el corralito de escombros
