El automovilista que lo arrolló mientras trabajaba con su moto ya recuperó la libertad. La familia pide justicia. Fuente: Clarín

Lucas Peralta Lunas trabajaba con su moto como repartidor. Tenía 21 años y el viernes pasado Sebastián Di Pietro, de 38 años, lo atropelló y lo mató con la camioneta que manejaba a toda velocidad. Su familia y sus amigos se reunieron el lunes por la tarde en Corrientes y Serrano, donde fue la tragedia, para pedir justicia. A su madre, Sabrina, todavía no le habían entregado el cuerpo. Di Pietro, acusado de homicidio culposo, ya había sido excarcelado.

“Lucas era sencillo, amable, feliz. Estaba lleno de amigos. El quería laburar para poder comprarse sus cosas, para vivir con su novia y ayudarme a mí”, contó Sabrina. Y agregó: “Quería laburar y estar en familia. Esperaba que se termine la cuarentena para volver a ver a sus amigos. Era mi único hijo, era muy joven y yo voy a lamentar esto toda la vida”.

“Ya venía para casa, yo lo estaba esperando como todos los días para cenar”, contó Luana, su novia, y dijo que compartían el proyecto de un futuro común. “Pero lo mataron y tiene que haber justicia”, afirmó.

Lucas Emanuel Peralta Lunas tenía 21 años. “Se levantaba todos los días para ir a laburar, mantenía su casa con su novia”, dice Sabrina en un video que subió a Facebook, en el que pide testigos que hayan visto lo que ocurrió el viernes alrededor de las once de la noche en Corrientes y Serrano. “Mi hijo tenía toda la vida por delante”, subraya.  

La investigación quedó en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 46, a cargo de Jorge Anselmo De Santo. Como la carátula es “homicidio culposo”, un delito que tiene penas previstas de entre uno y tres años de prisión, Di Pietro fue excarcelado.

La familia de Lucas ya se presentó como querellante ante el juzgado. El abogado que los representa, Natalio Nicodemo, le dijo a Clarín que, de acuerdo con los testigos y al recorrido que hizo la camioneta tras arrollar a Lucas, Di Pietro circulaba con exceso de velocidad.

“En la Policía son muy escuetos con todo lo que me dicen. Nunca me dieron ninguna explicación”, contó Sabrina, que hasta el lunes por la noche no había podido recuperar el cuerpo de su hijo. También contó que en la Comisaría Vecinal 15 B de Villa Crespo nunca le dieron demasiada información sobre lo que pasó. 

De acuerdo con los testimonios recogidos en el lugar, el conductor atropelló con su Dodge Journey a Lucas sobre la avenida Corrientes. Lo embistió de atrás varios metros antes de la esquina con Serrano. Y luego hizo un recorrido en el que cruzó la calle, se subió a la vereda y volteó el poste un semáforo. Frenó varios metros más adelante de donde quedó tirado el joven. También arrasó con una caja de luz y le pegó a un contenedor de basura, que quedó abollado y a por lo menos diez metros de su lugar original.

Por eso, más allá de los testimonios, se presume que manejaba varios kilómetros por hora por encima de los 60 permitidos en una avenida como Corrientes. Además, las marcas de la frenada quedaron sobre el asfalto y dejaron evidencia del recorrido de la camioneta. También se presume que venía zigzagueando sobre la avenida.

Aunque no está confirmado por fuentes de la causa, se especula con que Di Pietro iba a más de 140 kilómetros por hora por la violencia del impacto. También hay testigos que dicen que vieron al conductor alcoholizado cuando se bajó del vehículo. Pero aún no se hicieron públicos los resultados de los controles, que no se le hicieron en el lugar del siniestro.

Una empleada de la pizzería que está en la esquina de Corrientes y Serrano aseguró que recibió el impacto de uno de los escombros que volaron producto del siniestro. La familia de Peralta Lunas espera que le entreguen el resultado del test que, según dicen, se habría hecho varias horas después del impacto.

Según pudo saber Clarín, hasta el lunes a la noche la familia de Lucas todavía no había conseguido recuperar el cuerpo del joven, ya que la autopsia se demoró. 

Fuente y Foto: Clarín

Loading