En su libro más personal, la autora reúne 96 columnas en las que se convierte en objeto de su propia mirada: muestra y al mismo tiempo se esconde, alumbra lo que está oculto en nosotros. Fuente: Clarín

“Este no es un libro para olvidarse de uno mismo y flotar en destinos ajenos, sino un libro paracaer justo en el centro de nuestra propia existencia”, escribe Pedro Mairal en el prólogo de Teoría de la gravedad. En este libro, que reúne las columnas de Leila Guerriero (Junín, Argentina, 1967) publicadas a lo largo de más de cinco años en la contratapa del diario El País -una constelación de sus recuerdos, lecturas y reflexiones-, la autora escribe sobre lo que piensa, siente y ve, pero también se oculta; así alumbra lo que está oculto en nosotros, con la precisión de un cirujano que abre un tajo perfecto sobre la carne, con ferocidad y al mismo tiempo con poesía.

Guerriero, que se encargó personalmente de elegir y dar un orden a esta secuencia de 96 textos, solo en apariencia personales, decidió que quedaran afuera los que llama “coyunturales”, los que reaccionan ante un asunto de actualidad para quedarse solamente con aquellos que hablan, en su propia definición, “de la existencia humana“.

Cuando escribe, comprueba el lector, su mirada es filosa y a la vez compasiva, un poco salvaje. Parece una niña traviesa, por momentos, cuando quiere desentrañar todo eso que sabe de sí y compone una suerte de gran autorretrato fragmentado, con una conciencia lúdica y gozosa en la forma en que utiliza las palabras y combina las imágenes del recuerdo. En otros, utiliza la observación y la escritura como un forense inconmovible manipula sus cuchillos, y es una cronista implacable. No hay entonces  escape tampoco para el lector, porque más temprano que tarde afloran certezas: todo lo que hacemos para no ver lo que somos y olvidar que también estamos hechos de recuerdos. Somos tambien esa “fe idiota, que nos mueve a creer que nunca será demasiado tarde para nada.”   

En éste, su libro más personal, Guerriero se convierte ella misma su propio objeto de estudio, con la excusa para volver a mirar, de mirar siempre como por primera vez. ¿Para que lleguemos a conocerla? No. “Yo vivo oculta”, asume en una de sus columnas. El lector a su vez comprueba que es verdad, y que su lenguaje también se asienta en lo no dicho, hace del silencio un elemento poético, juguetea con la opacidad: lo que se muestra y lo que no. Sus lectores saldremos sabiendo más, pero sobre todo acerca de nosotros mismos.   

Entonces, “¿es periodismo o es literatura?”, se pregunta Mairal en su prólogo. Y se responde: “En el caso de Leila Guerriero no se puede diferenciar un oficio del otro: son lo mismo. Estas columnas son estructuras verbales, dispositivos de prosa afilada, que tienen algo de poema. Es decir, se refieren a algo, pero a la vez son en sí mismas algo.”

Básico

Leila Guerriero (Junín, Argentina, 1967) es periodista y editora. Publica en diversos medios latinoamericanos y españoles. Sus trabajos han recibido varios premios y es autora de más de una decena de libros, entre los que destacan Los suicidas del fin del mundo (2005), “Una historia sencilla” (2013) y Opus Gelber (2019). Su obra ha sido traducida al inglés, italiano, portugués, alemán, francés y polaco. Teoría de la gravedad (Libros del Asteroide, 2019), una recopilación de sus columnas publicadas en El País desde 2014, es su último libro. 

Fuente: Clarín. Foto: Clarín (Lucía Merle)

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