Por Manuel Germano (@ociopatas)

Este lunes 15 comienzan las vacaciones de invierno en CABA y la escena local da cuenta de ello. Tanto en el circuito comercial como en el alternativo, las propuestas para las infancias se instalan como una opción para disfrutar con los más chicos. En esta nota les comparto cuatro obras tan distintas como recomendables. 

“School of rock”, en el Gran Rex. 

Si viste la famosa película protagonizada por Jack Black ya sos un adulto, por ende, esta obra basada en el filme no solo te va a traer recuerdos, si no que te va a hacer rockear, divertir y emocionar. Para los más chicos (edad 8 en adelante es lo ideal) el mensaje es profundo: no renuncien a lo que desean, búsquenlo a pesar del que dirán. 

Más de 40.000 personas ya ovacionaron esta puesta dirigida por Ariel del Mastro que llegó a la Argentina de la mano de los productores de “Matilda” y los protagónicos de Agustin “Soy Rada” Aristaran y Ángela Leiva (sublimes en sus personajes), acompañados de un gran elenco. 

Dewey (Rada) está perdido. Su banda lo alejó, su amigo lo banca en su casa pero la mujer lo presiona para que lo eche y hasta perdió su trabajo. Decide tomar una oportunidad única, y bastante descabellada, en la cual guiará a un grupo de alumnos de un prestigioso colegio a través del universo que él conoce y ama incondicionalmente, la música. 

Con banda en vivo y cuadros musicales llenos de energía en el cual el elenco infantojuvenil se saca chispas cantando, bailando y ejecutando instrumentos, “School of rock” es garantía de excelencia en calle Corrientes. 

Entradas por http://tuentrada.com 

“Había otra vez”, en el Astros.

De la serie “Cuentos en pijama”, de Flor Suarez, con dramaturgia y dirección de Emiliano Dionisi (“El brote”, “Sueño”, “Moliendo a Moliere”), se estrenó hace unas semanas “Había otra vez”, protagonizada por Maida Andrenacci, una actriz a la que siempre da gusto ver sobre las tablas, acompañada por Fede Fedele y Caro Setton.

En esta obra destinada, en primer lugar, para los más chiquitos, el universo mágico, colorido, y siempre sorprendente de los cuentos cobra vida. La protagonista (Andrenacci) hila las aventuras que los tiernos personajes de las historias tienen para contarle, y de la cual ella también es parte. 

Los rubros técnicos ( la escenografía, luces y el vestuario) es armónica y funcional a la puesta ), en la cual la cuarta pared se rompe para convocar al público a recorrer este relato muy bien pensado y ejecutado. 

Entradas en venta a través de https://teatro-astros.com/ 

“Nadie duerma”, en el Konex. 

La sala de teatro del Konex suele programar interesantes propuestas para los más chicos en las vacaciones de invierno. Este año, y con muy pocas fechas ( quedan dos funciones el 17 y 24 de julio) se podrá ver “Nadie duerma”, un espectáculo hermoso de la compañía Juventus Lyrica. 

En esta pieza la ópera y grandes composiciones musicales dialogan con una historia divertida que, a la vez, significa un guiño con tono lúdico y efectivo a las temáticas trágicas que la ópera representa. Un peluquero y un conde que se conocen en la parada del colectivo 106 se enfrascan en una aventura única: rescatar a una princesa que aparentemente fue secuestrada por una bruja.

Los cuadros musicales en los cuales el elenco interpreta canciones al tempo de reconocidas composiciones son impecables. ¡¡¡Que voces!!! Las notas ejecutadas con precisión genera aplausos espontáneos en varias escenas. El uso de paneles y sombras, el vestuario y la banda en vivo al costado del escenario elevan aún más el nivel de una obra súper recomendable para toda la familia. 

Entradas por www.juventuslyrica.ar 

Derechos torcidos”, en el Metropolitan. 

Hace veinte años se creaba este espectáculo del maestro Hugo Midon, con canciones y música de Carlos Gianni. En estas vacaciones de invierno es una imperdible opción para adultos (que quizás vieron la puesta tiempo atrás, en 2005 el “Pocho” de Osqui Guzmán fue memorable), y también para los más chicos. 

Pocho (Joaquín Catareinau) es el responsable de un grupo de niños y adolescentes (dos elencos rotativos de jóvenes actores). Es quien los cuida y hace sentir como en casa. Su tutor, su hermano mayor, su padre. Ellos van a la escuela, estudian, se relacionan con los demás chicos como si fueran hermanos. La puesta tiene como eje central un tema que no reconoce épocas, por eso cada reposición es valiosa: los derechos de niños, niñas y adolescentes. A estudiar, a tener una familia, a sentirse parte de un grupo social, a no pensar que se es menos por tener poco. Tremendo mensaje para los más chicos y recordatorio para los adultos. 

Un imperdible de calle Corrientes.

Entradas por Plateanet o en la boletería del teatro. 

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