Parte 2 de 2*

-¿Cambió tu perspectiva, de lo que es la atención en los centros de salud públicos? Bastante. Yo pensé que estaban peor que lo que me encontré. Por ejemplo, tardé menos en vacunar a mi hija acá en el 38 que lo que tardé en el centro donde la atiende el pediatra. La gente no tiene mucha conciencia acerca de cuál es el circuito de atención de la salud pública. -Vos estás metido en el proyecto de laboratorio, el cual tenemos entendido que es uno de los que con más fuerza se movió este año. ¿Cuáles son sus particularidades? Jamás se había puesto en práctica un proyecto de tanta magnitud. El mismo incluye integrar un sistema de laboratorio con una historia de salud integral, con diferentes sistemas de información. También implica convertir la solicitud. Ahora el médico la hace a través de la historia. La solicitud viaja de manera tal que le permite a cualquier laboratorio entender lo que se está pidiendo y procesar la orden, imprimir la etiqueta y enviar los resultados a la historia del paciente eliminando los errores de carga, ya que la solicitud sale desde la historia, llega al laboratorio y nadie tuvo que transcribir ningún dato. La complejidad de los laboratorios de la ciudad es que cada hospital tiene su proveedor y algunas veces un hospital hasta tiene tres proveedores en su sistema interno de laboratorio. -¿Cuáles serían los beneficios que tiene esto para los usuarios que se atienden en el sistema? El beneficio principal es la disminución de errores en la carga en lo que se llama “la etapa preanalitica” de laboratorio que es donde más confusiones y problemas suele haber. El paciente no tiene que llevar la orden a ningún lado, la orden ya está en el sistema. Simplemente se debe presentar a pedir un turno. Hablamos de la eliminación del circuito en papel, lo que hace más efectivo y eficiente el proceso. Después tienen la disponibilidad de sus estudios en su historia, lo que hace que cualquier médico que lo atienda va poder verlos y esto de “me olvidé los estudios en mi casa” o “me atendí en un servicio y me hice unos estudios y después me fui a otro servicio y me pidieron esos mismos estudios” no debería estar más. -En un proyecto de estas características hay muchos actores involucrados. ¿Cómo se administran lo ánimos de tanto los médicos que tienen que aprender a usar este nuevo sistema, como la gente de laboratorio que tiene que fijarse lo que le mandan de la historia? Siempre cuando hay cambios de un procedimiento que lleva años, hay rispideces, enojos y nostalgia por los viejos sistemas. Te pueden decir cosas como “yo esto lo hacía de taquito en el otro sistema y ahora no encuentro como se hace”. Por eso lo principal es demostrar interés en la persona. Interés de que esa persona pueda utilizarlo de la mejor manera posible. No estamos bajando línea, sino que estamos haciendo un cambio junto con la gente. Tratamos de mejorar procesos a partir de lo que vemos en campo. Estamos con los participantes de este cambio todo el día, atentos, disponibles y preocupados porque cada vez ellos se sientan más cómodos con el sistema. Tomamos sugerencias, descubrimos potencialidades, etc. -Vos sos psicólogo. Te lo menciono por todo lo que me venís contando en cuanto a manejar a la gente, sus resistencias, escucharla. ¿Como te suma a vos como psicólogo participar en una implementación de laboratorio y como vos desde tus conocimientos como psicólogo aportas a la misma? En el trabajo interdisciplinario los límites entre una profesión y otra se van desdibujando así que tenés que aprender cosas de otros campos y a su vez mostrar cosas de tu campo de expertise para poder ayudar al proyecto. Jamás me imaginé estudiando sobre bioquímica e interoperabilidad cuando estaba en primer año de psicología, por ejemplo. Asimismo, el psicólogo puede brindar una escucha que no es la misma que la escucha que pueda tener un informático o un médico. El psicólogo escucha lo que no se dice. Así que de repente ves que te dicen que sí pero el cuerpo te indica que no van a hacer un cambio. Tenés que indagar qué es lo que está molestando para ver si se puede modificar o no. Si es una cuestión individual o es una cuestión grupal. Básicamente se trata de entender a la gente y lograr llegar a un punto medio. Mara Alí es Socióloga y vecina del barrio de Villa Ortuzar. Otrora analista implementadora en el proyecto, ahora está dando sus primeros pasos como residente de la RISIS. -Llevas poco tiempo acá. ¿Cómo te recibió la residencia? Es poco tiempo, pero es bastante intenso. Al principio era más tranqui: una adaptación para conocer a los compañeros y las áreas de laburo de la UPE. De ahí en adelante nos metimos bastante de lleno en los distintos proyectos, laburando mucho. Siento por un lado que estoy hace poco, pero qué pasó mucho tiempo. -Vivís en Villa Ortuzar. ¿Cambió tu perspectiva de lo que es la salud pública en la ciudad? Sí, sin duda. Los centros de salud por ejemplo eran algo que desconocía. Creo que uno tiene el sentido común más asociado a los grandes hospitales de agudos. Pero sí después uno se da cuenta que el sistema de salud es más poroso. Hay centros de salud pequeños y consultorios particulares que atienden a gente sin cobertura privada, por ejemplo. Y está muy vinculado con el tema de promotores de salud. Más aún en el sur de la ciudad. -Sos socióloga. ¿Cómo se conjuga tu carrea con esta residencia interdisciplinaria? Al ser la sociología una disciplina heterodoxa quizás estamos más acostumbrados a la interdisciplina ya que nos formamos en base a otras disciplinas. Hay bastante de economía y de filosofía, por ejemplo. En cuanto al sistema de salud quizás podemos aportar una mirada más general de los actores de los procesos, de sus expectativas e identificar las dinámicas y las relaciones de poder que puede llegar a haber. Pero también está muy bueno lo que puede aportar la sociología más vinculado a macroprocesos y a nivel poblacional. La salud entiendo tiene dos patas: una es sobre los cuerpos y los individuos: esa sería la pata biomédica. Y la otra es el análisis poblacional, lo que es estrictamente macro y se relaciona con la epidemiología. -¿Qué diferencias encontras entre el rol que tuviste como implementadora y lo que haces ahora en la residencia? En la implementación es mucho más fuerte la pata territorial. Ahí conocí la capilaridad del sistema. Es decir, que está en todos lados. En los barrios, CeSACS, CMB (centros médicos barriales). Como residente es al revés: una visión en términos de población. Como implementadora conoces más de lo micro, los diversos lugares, profesiones y más o menos las dinámicas en cada efector. En la residencia tenes reuniones con jefes de servicios, por ejemplo. Algo más macro. Y ni hablar de los datos que se pueden sacar de acá: información estrictamente poblacional. -Estás en el proyecto de Farmacia. ¿Cuáles son sus características? Es un proyecto muy grande. El módulo de farmacia ya se implementó en atención primaria y ahora estamos relevando las farmacias de los hospitales de agudos y los hospitales pediátricos para continuar por ahí. Estamos en una etapa de relevamiento e indagación en general. A partir de ahí la idea es diseñar algo que pueda reflejar por un lado los procesos que realmente realizan y por otro lado, que pueda ayudar a simplificar algunas tareas. -¿El usuario de farmacia ofrece mucha resistencia al sistema? No hay una resistencia particular de la gente de farmacia. La resistencia es general y pasa con los profesionales de salud que tienen bastante separado en la cabeza la parte asistencial de lo que es la parte del registro. “No soy data entry” suelen decir. Como si el registro de la información fuera en paralelo de lo que es una profesión de la salud. -En un sistema informático de farmacia ¿Cuál sería el beneficio para el paciente? Por lo que vimos hasta ahora podría ayudar a reducir el margen de error en la prescripción. Después, tener acceso a la historia de salud sobre el momento de la dispensa da un contexto mucho más completo para consultar la información del paciente. Se puede ver incluso que retiró antes, para ver si hay adherencia o no al tratamiento. Cosas que por lo general se trata de hacer pero es difícil ya que en la actualidad es complicado tener la información completa precisa y en el momento adecuado. -¿Qué le dirías a alguien que está pensando en empezar una residencia y tiene a la residencia de Sistemas de Información en Salud dentro de sus opciones? Que venga, por supuesto. Todos bienvenides. Quizás por venir de sociología yo no pensaba que iba a terminar haciendo una residencia. Es bastante duro. Sobre todo, al principio. Es intenso. Pero está muy bueno. Y es una experiencia enriquecedora, al menos hasta ahora. Y acá particularmente el grupo humano es de lo mejor de la residencia. Entonces es un lugar lindo donde estar. Buscá más de RISIS en Fb como “Residencia Interdisciplinaria de Sistemas de Información en Salud” y en Ig y Tw como @RISISCABA Caracteres: 9.626

Loading