Por Manuel Germano.

Se estrena en salas “Queer” (basada en la novela homónima de William Burroughs), la esperada última película de Luca Guadagnino, realizador de “Llámame por tu nombre”, “Suspiria”, “Hasta los huesos” y “Desafiantes”, entre otras producciones. La película, que tuvo su estreno mundial en el Festival de Venecia de este año, está  protagonizada por Daniel Craig, Drew Starkey, Lesley Manville y Jason Schwartzman.

La historia transcurre en México, allá por los años 50. El sol irradia las veredas y los bares que habitaban los gays. Se retrata con detalle cómo era ese ambiente en aquel momento, con sus personajes distintivos, clubs, hábitos. Lee (Craig) es un estadounidense homosexual y adicto a los opiaceos y otro tipo de drogas. Camina errante de bar en bar durante el día y la noche, toma alcohol y seduce a otros hombres, tiene sexo casual con ellos. En las distintas escenas Guadagnino, a través de múltiples planos (planos cortos, plano secuencia, primerísimos primeros planos), nos deja en claro quien es Lee, el personaje principal al cual Craig le brinda múltiples matices y un compromiso excepcional, sin duda uno de sus trabajos más arriesgados, que lo llevó a ser aplaudido por la crítica internacional y estar nominado como mejor actor en la próxima edición de los Golden Globes. 

En una noche como cualquier otra, Lee ve de lejos a Allerton (Starkey), y no tarda en encontrarse seducido por él. Entre ellos nace una relación que se construye entre largas charlas, risas, y sexo. Algo que caracteriza al cine de Guadagnino, y que está muy presente también en este filme, es el retrato cinematográfico del deseo de una forma muy personal y ligado a un clima generado por los propios personajes. Lee y Allerton transcurren diferentes estadios y altibajos durante su relación, viaje a Sudamérica de por medio (revelador sin duda, para ambos). 

En esta transposición literaria de la obra de Burroughs, con guión de  Justin Kuritzkes,  se fragmentó el relato en tres capítulos y un epílogo, que sigue el hilo narrativo de forma cronológica. Mientras que las dos primeras partes mantienen un tono y una intención anclada en lo realista – que logra que el espectador se sumerja de lleno en ese lugar y en la relación de sus protagonistas-, la tercera y la última, por los hechos mismos que se suceden, apela a lo sobrenatural y a un uso específico de efectos especiales para dar cuenta de ello. Este cambio radical puede resultar un tanto brusco, pero aún así “Queer” no pierde el eje de lo que quiere contar, solo que recurre a otras herramientas y formas para hacerlo, en ese sentido no es una película lineal en relación a sus recursos y convenciones. 

La música (Trent Reznor, Atticus Ross) y la fotografía (Sayombhu Mukdeeprom) son rubros técnicos que no solo resultan funcionales a la trama sino que logran un lucimiento particular, están pensadas para enaltecer la película y crear los distintos climas  que “Queer” transita. La dupla Craig – Starkey transmite la química que irradian sus personajes y que sostienen toda la película, pues estamos ante un filme sobre un vínculo, multiforme e imperfecto. 

“Queer” es una opción cinéfila que combina lo poético y sobrenatural con el deseo carnal y, es, a la vez,  una historia sobre la soledad y la necesidad de afecto y compañía. 

Calificación: Muy buena.

Título original: “Queer”. Año: 2024. País: Italia. Dirección: Luca Guadagnino. Guión Justin Kuritzkes. Novela: William S. Burroughs. Reparto: Daniel Craig, Drew Starkey, Lesley Manville y Jason Schwartzman. Música: Trent Reznor, Atticus Ross. Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom. Distribuye: BF Distribution. Duración: 135 minutos. Clasificación: Apta para mayores de 13 años.

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