Prof. Héctor Daniel Jamele

Las aulas nuevamente y de modo circular transitan el ingreso de las tecnológicas digitales, en este caso el uso y por qué no, el aprendizaje de la Inteligencia Artificial. Es interesante saber que funciona a partir de una extensa cantidad de datos que a través de procedimientos actúan con rapidez y con la colaboración de algoritmos inteligentes, le permiten al algoritmo aprender automáticamente de patrones.

Es interesante pensar que dicha Inteligencia Artificial es producto de un pensar y de un hacer de las personas, que luego de modo globalizador, es utilizada por personas que seguramente no se conocen entre sí pero son vinculadas por dicha tecnología.

La docencia, una vez más, se encuentra en la tarea de incluir en las trayectorias escolares esta herramienta, teniendo en cuenta por un lado que es un insumo que ya es utilizado por los estudiantes y con el gran desafío pedagógico de darle identidad a las prácticas docentes abordando los desafíos propios de la Inteligencia Artificial para poder brindar las mejores herramientas para su abordaje; y desde la mirada docente es formar ciudadanos críticos capaces de discernir o cuestionar dichas tecnologías.

En un futuro muy cercano, la Inteligencia Artificial recorrerá cada instancia de la vida cotidiana ya que se esperan de él soluciones innovadoras en la automatización de procesos (tareas como el riego, lavado, escrituras, etc).  Por lo cual formar a los estudiantes con una mirada crítica, colaborativa, constructiva, será fundamental para que los “usuarios “ puedan vincularse de una manera mucho mas empática , pensando es el rol de ser parte de una sociedad.

Foto: IA Aptus

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