El grupo de Alcohólicos Anónimos de Villa Crespo cumpió 16 años

Fuente: Periódico Voces de la Comuna 15 El 27 de marzo, el grupo de Alcohólicos Anónimos “Nunca es Tarde” del barrio de Villa Crespo cumplió 16 años de vida, que se celebraron el sábado 13 de abril mediante una reunión de información pública en la que invitaron a la comunidad barrial, incluyendo a este periódico. Agradecidos por la invitación, asistimos al encuentro en el que compartieron sus experiencias un miembro de Alcohólicos Anónimos, un miembro de Al-Anon y Alateen –o sea familiares y amigos de alcohólicos- y una profesional de la salud. Tras la charla que duró algo más de una hora, en la que al finalizar los presentes pudieron hacer preguntas; “Voces de la Comuna 15” entrevistó a Nicolás y Daniel, dos integrantes de esta comunidad del barrio de Villa Crespo. Alcohólicos Anónimos es una organización mundial de hombres y mujeres que se ayudan unos a otros a mantener su sobriedad y que comparten libremente la experiencia de su recuperación con otros que pueden tener un problema con la bebida. Existen cerca de 100.000 grupos de Alcohólicos Anónimos en el mundo, distribuidos en más de 180 países. El grupo “Nunca es tarde” está en la Comuna 15 hace 12 años, ya que anteriormente se reunía en Junín y Lavalle. Desde 2007 las reuniones son en la Parroquia San Bernardo (Gurruchaga 171), ya que el grupo colabora con algo de dinero para reservar una sala donde llevar a cabo los encuentros en el establecimiento. Aclaran que pese a reunirse en una parroquia, las actividades nada tienen que ver con la religión y que pueden asistir personas de cualquier credo, como también ateos o agnósticos. “Alcohólicos Anónimos no está afiliado a ninguna religión o partido político. Acá hay católicos, judíos, musulmanes, ateos, agnósticos. De todo tipo de orientación política o sexual. Lo que tenemos en común es el deseo de dejar de beber”, explicó Nicolás, cuya fecha de salubridad data del 20 de octubre de 2007. Cuando Nicolás llegó al grupo, lo hizo sin saber muy bien de que se trataba. “Me llegó la información por medio de un cartel que vi pegado y vi los horarios. En mi familia había conocimiento de Alcohólicos Anónimos, pero yo sabía muy poco. Estaba tocando fondo ya por mi manera de beber, no podía controlarla. Llamé al número que aparecía en la guía, me pasaron la dirección y el horario y me acerqué a este mismo lugar”, contó. El programa de recuperación de Alcohólicos Anónimos consta de 12 pasos y de asistencia a las reuniones. Este grupo tiene reuniones abiertas los miércoles de 19.30 a 21 horas y cerradas los lunes y viernes de 19.30 a 21 horas. “Me encontré con gente que sufría igual que yo, con personas de distintas edades, sexo y variadas condiciones socioeconómicas, pero que tenían el mismo problema que yo en cuanto al alcoholismo. Hoy se hizo una reunión de información pública, de las que hacemos dos al año. Tratamos de traer a alguna persona que cuente como era su vida cuando tomaba y como está ahora. También a algún Al-Anon (familiar no alcohólico de algún miembro de nuestra comunidad) y a algún profesional de la salud que esté en contacto con personas con problemas con el alcohol. Hoy vino la Doctora Silvia Piceda, del sector de Hepatología del Hospital Rivadavia. La idea es que cuente su experiencia, de cómo es trabajar con personas con problemas con el alcohol y cómo pueden recuperarse. Los miércoles las reuniones son abiertas, puede venir cualquier persona a saber de qué se trata, por si tiene problemas o por si quiere ayudar a alguien”, detalló Nicolás. Alcohólicos Anónimos llegó a Argentina en 1952 cuando un médico llamado Roberto Pochat viajo a Estados Unidos y tuvo su primer contacto con la organización. Volviendo a su historia personal, Nicolás contó: “Yo vivía con alcohol, todas las relaciones las hacía por medio del alcohol y vivía corriendo detrás de una botella. Pero fue tal el hundimiento que decidí probar algo diferente. Las charlas son de tristeza y dolor pero también de esperanza. Fue un proceso lento y progresivo en mi caso, pero siempre para arriba. Hablaba con gente más grande que había pasado por situaciones similares a la mía y se habían recuperado, eso me alentaba. Tenemos una frase y es que acá dejamos de perder. De a poco volví a relacionarme con mi familia, que eran relaciones que estaban destrozadas y hacerme cargo de mis responsabilidades: casa, familia, trabajo. Me di cuenta que había vuelto a tener relaciones de confianza con mi familia que había perdido. Dejé de faltar en el trabajo, ya que a veces faltaba por la resaca. Terminé la secundaria a los 30 y pude empezar una carrera en la UBA, la Licenciatura en Ciencias Antopológicas de la Facultad de Filosofía y Letras. A los 38 estoy esperando mi primer hijo que está por llegar en estos días. Ahora perdí la obsesión por la bebida. Tengo una vida social plena, voy a restaurantes, bares, hago una vida que hace cualquier persona simplemente que no bebo, lo que para mí es fascinante”. Aclaró que al principio tuvo que cuidarse y evitar concurrir a ciertos lugares para no recaer. “Acá recaídas siempre las hubo y las habrá, porque esto es un programa personal, acá no se obliga ni controla a nadie, sino que es responsabilidad de uno. Pero pasados entre 6 y 8 meses pude volver a una vida de la que me había fugado. Fue el descubrimiento de una nueva vida, con mejores relaciones y sin alcohol. Los que nos recuperamos, por lo general seguimos asistiendo a las reuniones para mantener nuestra sobriedad y no recaer, aunque nadie nos obliga. Yo sigo también porque me permite compartir experiencias y ayudar a otros. Yo llegué a los 27 y hoy tengo 38. Es también compartir experiencias de vida”, detalló Nicolás. Estos grupos tienen un texto básico llamado “Alcohólicos Anónimos”, que se hizo 4 años después del inicio de la comunidad. Fue escrito por los primeros 100 hombres y mujeres que llegaron al estado de sobriedad. Se escribió porque quería evitarse la tergiversación del “boca en boca”, el llamado “teléfono descompuesto”. “Este libro hace poco cumplió 80 años y se tradujo hace 71 idiomas y el 72 será el quechua hablante. DANIEL TAMBIÉN NOS CUENTA SU EXPERIENCIA Por su parte, Daniel nos contó que lleva más de 3 años en la comunidad, en la cual está desde enero de 2016. “Coincide con mi fecha de sobriedad, entré a los 29 años a la comunidad. Vine porque me lo recomendó mi psicólogo, aunque no le hacía caso al principio. Tenía trabajo, había terminado la secundaria. Decía que no era para mí y tenía bastante desconocimiento al respecto. Pero en mi época de “carrera alcohólica”, el alcohol me había traído graves problemas.Yo trabajaba a 3 cuadras del grupo y una compañera me dijo que estaban acá y finalmente me acerqué. Expreso mi gratitud a todos los que logramos la sobriedad gracias al programa Alcohólicos Anónimos, por haber salido de aquel infierno”, detalló. Daniel resaltó la importancia de compartir su problema con otros. “Llegué al grupo con unos 20 días sin tomar, pasándola muy mal. Cuando empezaron las reuniones todo mejoró, uno se da cuenta de que puede mejorar cuando habla de su problema con otros. A los 29 años no estaba seguro si quería dejar de tomar para siempre, pero tenía miedo a volver a tomar, porque cuando tomaba me metía en un lío nuevo, por lo que preferí probar algo distinto. Había dejado de tener contacto con mi familia, con la que era mi pareja habíamos tratado de armar algo y yo había destruido todo, llegué acá con quemaduras porque yo había prendido fuego mi casa en un accidente. Tenía problemas emocionales, mucho dolor y tristeza. No tuve recaídas por suerte, siempre seguí asistiendo a las reuniones”, explicó. Actualmente, Daniel ya dejó de estar obsesionado por el alcohol. Dentro del Grupo “Nunca es Tarde” forma parte del Comité de Información Pública. Fue el quien contactó al periódico para esta entrevista. “En los últimos años nos ocupamos de llevar literatura de Alcohólicos Anónimos a las bibliotecas del barrio. El Comité de Información Pública se ocupa de divulgar datos, ir a escuelas primarias y secundarias a dar charlas, contactar a periódicos y radios del barrio para que hagan difusión y llegue a la persona que tiene el problema o a algún familiar. Quisiera decirle a cualquiera que tenga un problema con el alcoholismo que se puede acercar a las reuniones abiertas los días miércoles porque lo podemos ayudar. Es posible una vida mejor sin alcohol, con la ayuda de las reuniones y compartiendo nuestros problemas”, concluyó. Contacto: Grupo Nunca es Tarde- Alcohólicos Anónimos Dirección: Gurruchaga 171. Villa Crespo Telefono: InterGrupo 4931-6666 Web Alcohólicos Anónimos Argentina: www.aa.org.ar Horarios de Reuniones: Cerradas: Lunes y Viernes de 19:30 a 21:00 hs. Abiertas: Miércoles de 19:30 a 21:00 hs. Caracteres: 8.714

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