Vecinos de Villa Crespo ponen en jaque la construcción del BA Arena y al recital de Sabina y Serrat

Era una mañana de otoño como tantas, ventosa y fría, las veredas de Serrano estaban repletas de hojas, llegando a Muñecas un barrendero las apilaba, junto con papeles y verdín, una vecina pasaba por allí con su hijo pequeño, no más de 4 años, quien vio en ese montoncito una pelota gigante. “Hey niño deja de joder con la pelota” pareció decirle el hombre emulando a Joan Manuel, el músico catalán, mientras empezaba nuevamente la faena. La madre decidió apurar el paso hacia Gurruchaga mientras en su cabeza sonaba la canción de Joaquín, el artista andaluz, “Quien me ha robado el mes de abril”. Fue en ese momento que visualizó un afiche multicolor que rezaba, “Serrat/Sabina no hay dos sin tres NOV 2-3-7-8 2019 BA ARENA”. Esta escena se vivió una mañana del 20 de abril en el barrio de Villa Crespo y se multiplicó en diferentes barrios de la Ciudad de Buenos Aires y fue la confirmación de la visita del dúo español después de las giras realizadas en 2007 y 2012, “Porque no hay dos sin tres”, dice el catalán en un video en el que aparece con su colega. El escenario elegido no sólo causó sorpresa entre los fanáticos de los músicos ya que el Micro estadio aún está en etapa de construcción y eso genera dudas a aquellos que quieran adquirir sus entradas –incluso hay programados shows de Chayanne y Shawn Mendes para noviembre y diciembre- sino que generó la indignación en los vecinos del barrio que vienen luchando contra la construcción del Megaestadio ubicado en el predio de Atlanta, en Humboldt 486. ¿No hay dos sin tres? El proyecto está a cargo de LA NACION y la multinacional AEG Worldwide que opera todos los estadios arenas del mundo (más de 120) fue anunciado con bombos y platillos en una nota publicada en el portal web del diario en marzo de 2018 y sin consultar con los vecinos del barrio. Tendrá capacidad para 16 mil personas (el doble que el Luna Park) y tiene estipulada su finalización promediando el año. Desde ese momento los vecinos se autoconvocaron, principalmente en un grupo de Facebook denominado “No al Megaestadio Arena en Villa Crespo”, y comenzaron a impulsar diferentes acciones para frenar este proyecto por lo que la finalización del mismo tiene al menos un signo de interrogación. Nos sobran los motivos. El reclamo de los vecinos autoconvocados empezó –y continúa- con volanteadas y asambleas permanentes con el objetivo de visibilizar el repudio a la construcción del microestadio de Atlanta. Primero porque no se tuvo en cuenta el impacto ambiental de la obra y nunca se escuchó a los vecinos en audiencia pública. En segundo lugar hay preocupación por el posible colapso del barrio el día de los shows –se prevén 3 o 4 shows por semana y cien por año – sumado a la dificultad para estacionar. Y Sin embargo. Según LA NACION el Arena contará con un cómodo acceso a través de 19 líneas de colectivos, la línea B del subte y los trenes San Martín y Urquiza, por lo que el tema de la movilidad estaría proyectado que sea por transporte público, aunque gente de la empresa ya ha estado sondeando los garajes de la zona para comprarlos a un precio que será difícil rechazar, incluso se habla de utilizar parte del predio que da a la calle Dorrego donde se iba a construir una tribuna para el Estadio del Club Atlanta. Como en todo proyecto polémico siempre hay voces favor y en contra, incluso hay vecinos del barrio y de la comuna 15 que ven la construcción del microestadio como una oportunidad de “darle más vida” al barrio o como un acceso “a la modernidad”. Ruido, demasiado Ruido. Hay una tercera cuestión y es el temor a posibles vibraciones y temblores como ocurre en las inmediaciones del Estadio de River Plate en Núñez y además existe la certeza que este proyecto cambiará por completo la fisonomía del barrio. El arquitecto Miguel Ludueña en una entrevista para “Voces de la comuna 15” se expresó al respecto y relacionó esta obra con la del viaducto Palermo-Paternal: “Hay coincidencia entre esto y el centro comercial que se va a hacer en la zona, no es una cuestión, a mi entender aislada. Me refiero a la elevación del ferrocarril en la zona de la estación Villa Crespo, no es entonces solo un microestadio sino que hay otras cuestiones. Acapara la zona comercial y de servicios del barrio y cambia el destino de toda la zona. Y esto no está consultado con los vecinos. Un “barrio-barrio” dejaría de serlo porque cambia la fisonomía y las actividades del lugar, esto no está dimensionado ni hay planificación. Puede haber problemas de colapso energético, falta de estacionamiento, ruidos molestos”. Juez y Parte. A mediados de marzo la justicia porteña hizo lugar a una medida cautelar impulsada por los vecinos de Villa Crespo y suspendió la explotación económica y la realización de eventos en el estadio que se construye dentro del Club Atlanta hasta tanto no se dictamine la verificación de impacto ambiental y la correspondiente audiencia pública. El juez porteño Aurelio Luis Ammirato falló a favor de los demandantes (La Fundación Ciudad y el espacio “Vecinos autoconvocados de Villa Crespo”), ya que entendió que el microestadio podría ser encuadrado “en la presunción de Relevante Impacto Ambiental”. Pese a la medida judicial, las obras continúan avanzando y hay en ella trabajando 300 empleados, ya que lo que se discute es el tipo de explotación que tendrá el estadio y no su construcción. Caminante no hay camino se hace camino al andar. El pasado 3 de mayo, los vecinos presentaron proyecto de ley 1221-P-2019 en la legislatura para impedir que el estadio se destine a recitales y habilitando sólo su uso deportivo. Con este proyecto, además, la empresa se vería obligada a construir una escuela en el mismo predio cedido al club Atlanta (ahora pueden hacerla en “cualquier terreno que el club tenga dentro de la comuna 15), y se reduce a la mitad el comodato de 40 años. Además, con este proyecto de ley el Megaestadio pagaría el impuesto Inmobiliario y de ABL, pago del cual está eximido por 40 años según la ley vigente (Nº 5874 aprobada por la Legislatura de la Ciudad en 2017). Resumiendo. Mientras se aguardan los tiempos de la Justicia, los vecinos autoconvocados estuvieron el 10 de mayo en la Legislatura de la Ciudad juntando firmas y continuarán con las volanteadas de fines de semana luchando para que la construcción del Megaestadio sea con fines deportivos y sociales y no altere la vida del barrio ni su fisonomía, y aquellos fans de Sabina y Serrat podrían proponer ir de González Catán a la cancha de Boca en colectivo, donde ya han tocado sus temas. Caracteres: 6.534

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