“Yo me hice ahí, en La Paternal, ahí me formé como ferroviario y todo lo que viví allí va a perdurar el resto de mi vida, lo llevo muy adentro”. Walter G. Pereira

El 22 de abril último, invitado por el Proyecto Imagen (en) territorio Imaginarios del Noroeste – IDEPI/UNPAZ, proyecté el documento audiovisual PARA EN TODAS, EL GUARDA SARMIENTO (2020) en el Museo histórico José Altube de José C. Paz. A la cita concurrieron muchos ferroviarios del Ferrocarril San Martín. Entre ellos estaba Walter Gustavo Pereira. Una gran sorpresa fue que me trajo para el archivo de la estación La Paternal algo muy preciado para él, las llaves de la oficina La Paternal Cargas.

Existe una leyenda de los judíos sefaradíes, la referida a las llaves de España. Cuando los judíos se vieron obligados a abandonar la península ibérica a consecuencia de la decisión de los Reyes Católicos de expulsarlos en 1492, se llevaron consigo las llaves de sus casas con la esperanza de algún día poder volver. Esas llaves han permanecido durante siglos en la mente de los sefardíes (judeoespañoles y sus descendientes) en su diáspora por todo el mundo, símbolo de su unión y la nostalgia por España (Sefarad en la tradición hebrea), una herida abierta desde entonces que solo se ha empezado a curar en tiempos recientes.

Las llaves de la oficina La Paternal Cargas. La del medio ” Giaco Industria Argentina” abría y cerraba la puerta de ingreso, la izquierda la caja fuerte y la pequeña, con sello BAP, un compartimiento interno de la caja fuerte.

Decimos que desde que se inauguró en 1904 hasta el año 1993 la estación La Paternal funcionó como un sistema para los servicios de pasajeros y la carga. Para esta última finalidad contaba con importantes y variadas instalaciones: Galpones, balanza, una oficina, playa de carga con sus vías y desvíos, una garita de señales, tanque de agua, bocas de vinoducto, avenidas para carros y camiones. Y por supuesto un nutrido número de personal que Omar Gutiérrez, último jefe de estación La Paternal, describe al detalle: “En la estación de pasajeros tenías por turno un encargado de boletería y el auxiliar que vendía boletos y llevaba la marcha de trenes, más un peón. Te cruzabas a la carga y tenías al Jefe de estación con su oficina a cargo de todo, pasajeros y cargas. Había dos turnos. Tenías además al encargado de cargas que hacía horario completo de 10 a 18 y llevaba registro de vagones, llevaba el registro de la entrada y salida, controlaba los operativos de trenes que venían desde alianza, y también era el que hablaba con los consignatarios. Había dos cajeros, uno a la mañana y otro a la tarde que se encargaban de las cobranzas de alquileres de espacios, hacían recibos y depositaban la plata en el tren recaudador. Había dos dependientes de contabilidad, uno por turno, que llevaban la contabilidad, volcaban a los libros los balances. En el libro 404, se asentaba lo que se trabajaba en carga y un ítem para pasajeros y alquiler de espacios. Teníamos un solo despachante que trabajaba de 6 a 14. Éste remitía los vagones vacíos o llenos, la encomienda, llenaba las cartas de porte de los vagones y a la tarde atendía la báscula. Por último, dos controladores de playa, uno a la mañana y otro a la tarde, estos tenían que controlar precintos de las puertas de vagones, llevar el registro de vagones en una planilla.

Ya en la playa de maniobras, allá al fondo, había un auxiliar de playa, que ordenaba el trabajo diario, un capataz cambista y un cambista. Y en la garita un señalero, uno solo por turno. También una locomotora Pilota, o máquina de maniobras, con conductor y ayudante. El portón de entrada, de Trelles y Añasco se cerraba a las 18”.

A La Paternal llegaba vino a granel y embotellado, en tiempos lejanos alfalfa para los caballos de trabajo y el ejército. Todo lo producido en la región de Cuyo: aceitunas, conservas de durazno, tomates y morrones. Piedra pómez, cemento, piedra partida, leña y carbón.

Físicamente, la oficina La Paternal Cargas estaba ubicada en una de las puntas del galpón N° 1. Hoy una empresa que comercializa materiales para la construcción trabaja en este espacio.

Walter Gustavo Pereira es hijo de Alicia Ledesma y de Américo Pereira, también ferroviario. Ingresa al Ferrocarril Gral. San Martín el 28 de noviembre de 1988 como peón provisorio en la estación Retiro. Luego de tres meses va como peón a La Paternal. En esta estación, tiene a cargo el aseo del edificio de pasajeros y el resto de las dependencias, oficia de cambista en la carga y también como peón llamador. Recordemos que en los alrededores de la estación había personal de conducción y guarda trenes que vivían, tanto en casas que pertenecían al ferrocarril (calle Arregui) como en pensiones. Hasta estas locaciones se desplazaba el peón llamador para llevar las notificaciones de servicio cuando este personal estaba a órdenes.

Walter recuerda con mucho aprecio a Dante Sassola y a Oscar G. Rojas. Ellos eran los Auxiliares de la estación. Y al Jefe de estación y amigo: Omar Gutiérrez. Omar es el que de peón posiciona a Walter como practicante en la boletería de la estación de pasajeros y luego se encarga de trasladarlo a la oficina de cargas.

Con dieciocho años Walter era el más joven entre todos y recuerda a Félix Quintero, el más veterano de todos los empleados. Trabajaba desde la época del Ferrocarril Buenos Aires al Pacifico (antes de 1948) como cajero en la oficina de cargas.

Momento en que Walter G. Pereira me hace entrega de las llaves de la oficina La Paternal Cargas. Nos acompaña, Abigail. Sábado 22/04/2023. Museo histórico José Altube de José C. Paz.

A la carga con la carga

En 1984 la aparición de la Ley 23.149, obligó el envasado del vino en la zona de origen. Al año siguiente el vino despachado a granel representaba menos de la mitad del total. Ya en 1991 los servicios de pasajeros de la sección local y suburbana quedan bajo la administración de FEMESA (Ferrocarriles Metropolitanos SA). Mientras tanto, la estatal FERROCARRILES ARGENTINOS seguía operando los trenes de pasajeros de corta, media y larga distancia en un esquema de emergencia, con horarios reducidos y también algunos servicios de carga. Es acá que se da la primera escisión ferroviaria en La Paternal, quedando el movimiento de la oficina de cargas bajo la órbita de FERROCARRILES ARGENTINOS. Walter estaba en ese momento como dependiente especial, y sigue trabajando para FA en esta dependencia que recibía cada vez menos servicios. En marzo de 1993, ante el cierre de FA, se le presentan dos destinos: o la flamante empresa de cargas BAP (Buenos Aires al Pacifico SA) o la empresa provincial bonaerense UEPFP (Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial)/ FERROBAIRES. Se decide por la carguera y el 27 de junio de 1993 fue junto a Omar Gutiérrez a Mendoza a para asistir a un curso de capacitación. Luego rindió un examen y quedó seleccionado. Espera un destino que nunca llegó. Vuelve a La Paternal pero ya no había ni movimiento de trenes, ni personal: algunos de sus compañeros se habían ido con el retiro voluntario, otros con el retiro compulsivo. La Paternal Cargas fue abandonada por el estado y por la concesionaria BAP SA. Walter siguió ahí, haciendo presentismo y fue el último que con sus llaves, las mismas de las que estamos escribiendo, cerró la oficina La Paternal Cargas.

Vista del Galpón N° 1, punta (Cercana a M.R. Trelles) donde funcionaba la oficina de Cargas. Aún se conservan algunos vestigios de aquella dependencia, algunas ventanas en sus laterales, el mástil. El gran agujero en el frente del galpón se realizó una vez que la oficina quedó fuera de servicio.  Hoy una empresa que comercializa materiales para la construcción trabaja en este espacio.  Foto: Ezequiel Semo. Octubre 2020.

“Las llaves me las llevé porque no había nadie ya de FERROCARRILES ARGENTINOS y preguntando a los pocos que quedaban, nadie sabía a quién las tenía que entregar. Las llaves de la oficina, con todos sus inmuebles dentro de ella. Opté por llevarlas conmigo, y permanecieron conmigo. Fue un gran recuerdo que tenía de mis días vividos en La Paternal donde me inicié como ferroviario.”

 Dos capturas de pantalla de impresiones de sellos de La Paternal Cargas estampados en distintos documentos ferroviarios que pude encontrar en el legajo personal de Walter G. Pereira solicitado al Archivo General Ferroviario para confeccionar esta nota.

Apéndice. De 1994 a la actualidad: El 31 de diciembre de 1993 Walter es transferido a la empresa ferroviaria bonaerense UEPFP/FERROBAIRES. Una vez dentro de la empresa provincial, Walter va a Pilar como jefe de estación. Luego como relevante a José C. Paz donde trabajó hasta que durante el gobierno de María Eugenia Vidal, con el cierre de la empresa FERROBAIRES, lo despiden el 14 de marzo de 2018. Hoy en día activa en el colectivo Social ‘Ferroviarios Argentinos de Pie’ por la Reincorporación al Ferrocarril a los Ferroviarios sin Trabajo. “No pierdo la esperanzas de volver de nuevo a lo que llevo en la sangre, el ferrocarril”.

Agradecimiento: Jorge “Rafa” Arias y Omar Gutiérrez.

Ezequiel Semo es artista visual e investigador. Trabaja en el Centro de difusión e información sobre el judaísmo argentino Marc Turkow de AMIA. Accionó quince años en el proyecto artístico ABTE – Agrupación Boletos Tipo Edmondson-. Es fundador del Archivo Textil Ferroviario. Lo encuentran en las redes: Ezequiel Semo en FB e IG y No demuelan la estación La paternal en FB. Contacto: ezequielsemo@gmail.com

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