Por Manuel Germano

Se estrenó el mes pasado en el Multiteatro Comafi la primera versión teatral del reconocido clásico cinematográfico de James L. Brooks que ganó cinco premios Oscar y fue protagonizado por Shirley MacLaine, Debra Winger y Jack Nicholson. Un drama que cautivó a la audiencia y a la crítica por partes iguales y que, hasta este momento, no se había representado en teatro.

Bajo dirección de Corina Fiorillo, y con las actuaciones de Soledad Silveyra, Osvaldo Laport, Julieta Ortega, Damián Iglesias y Dolores Ocampo, la obra retrata la relación entre Aurora (Silveyra) y Emma (Ortega), quienes mantienen un vínculo con momentos tensos, discusiones álgidas y rechazos, pero en el cual el amor subsiste frente a todo. Desde el casamiento de Emma en adelante, la pieza recorre el matrimonio y  la vida adulta de esta joven que se distancia del prototipo de mujer que le reflejó su madre y también lo que le sucede a  Aurora, quien rechaza al marido de su hija (Damián Iglesias) y no está dispuesta a dejar pasar la oportunidad de manifestarlo. Para sorpresa de esta madre e hija, el interés de un ex astronauta (Osvaldo Laport) por esta madre intensa y sin filtro alguna, viene a mover el tablero de la situaciones dadas y representará para Aurora la posibilidad de volver a creer en el amor.

El argumento de la historia no es una novedad, quien haya visto la película no va a encontrar demasiadas sorpresas. Esta versión teatral de Masllorens – Del Pino refleja de manera fiel (quizás demasiado) la sucesión de los hechos que transcurren en el filme. No se encuentra en el material un intento de aggiornar de alguna manera lo que sucede en la película sobre la cual se basa. Las escenas emotivas resultan subrayadas y la transición entre los pasajes  cómicos (a cargo de la dupla Silveyra – Laport, quienes alcanzan los momentos destacables de la obra) y los más comprometidos en términos dramáticos se advierte forzada.

La dirección general de Corina Fiorillo es acertada en lo que refiere a respetar los climas de cada escena, las luces, la decisión del funcionamiento de la música, la dirección de actores. La decisión de introducir elementos audiovisuales podría haber resultado interesante, pero en este caso no se advierte su funcionalidad ni contundencia visual.

La obra, en su conjunto, no logra salir airosa. Una versión teatral que cae en lugares comunes y previsibles.

Regular.

Loading