Histórico vecino de La Paternal, Norberto Zanzi tiene una extensa trayectoria luchando por las instituciones del barrio. Se acercó a la asociación que hoy preside cuando esta era el lugar de encuentro para las reuniones por la recuperación del Cine-Teatro Taricco –causa por la que sigue militando- y tras pasar por su Comisión Directiva, en 2016 comenzó a tener el cargo más alto en la Asociación Cultural Deportiva y Biblioteca Popular Florencio Sánchez, institución centenaria y situada en Granada 1660. En diciembre de 2021, en la gestión de Zanzi, la asamblea de socios de la asociación aprobó la reforma del estatuto de la misma, lo que fue un antes y un después en la Florencio Sánchez (Nota publicada en periódico Voces de la Comuna 15- Mayo 2023)
Aquí reproducimos parte del diálogo que tuvimos con Zanzi en la biblioteca de la asociación a fines del mes de abril:
-Contanos brevemente la historia de la Asociación Cultural, que en realidad es mas conocida por su biblioteca (ex Juan María Becciú):
– “En realidad no empezó como una biblioteca sino en el año 1915 como una asociación cultural: “Florencio Sánchez”, que es el nombre que siempre tuvo, lo que pasa que en un momento se popularizó el nombre de la biblioteca. Hay fotos que se pueden ver de aquellos tiempos, de lo que hacían. La asociación cultural estuvo en otros lugares por momentos. Era un lugar de participación, un lugar social. En un momento determinado, unos socios juntaron unos libros y comenzaron a llevarlos casa por casa, eso fue un principio de biblioteca ambulante. Después de eso, surgió la biblioteca y empezó a crecer. Se anotaron en las reparticiones que hizo la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), dentro de la Dirección del Libro. Hicieron esa movida y quedó un poco de lado lo que era la asociación cultural y se le empezó a dar más importancia a la biblioteca. Así empezó a llamarse “Asociación Cultural Florencio Sánchez y Biblioteca Popular Juan María Becciú”. Pero a Becciú nadie lo conocía. Decían que era alguien que había donado esta casa pero quedó comprobado de que no”.
-¿Qué cambios hubo en los últimos años de esta institución?
“Hace unos 10 años esto empezó a cambiar y comenzamos a hacer cosas más sociales, aparte de la biblioteca. Se hicieron talleres para personas de más de 40 años, para reincorporación laboral. Se hicieron más de 100 anteojos a personas que lo necesitaban, con visitas de oftalmólogos. Se realizaron talleres para chicos y empezó a funcionar una escuela primaria para adolescentes y adultos (desde 14 años a cualquier edad). Vienen algunas personas que no saben leer y escribir, otros que por ejemplo que habían terminado hasta 4to grado y retoman hasta que obtienen el título oficial. Nosotros prestamos el lugar porque en realidad la escuela es del Gobierno de la Ciudad, es uno de los Centros Educativos de Nivel Primario (CENP). Nosotros ponemos las instalaciones, ellos los profesores. No son 7 años de primaria sino menos, la enseñanza es personalizada. En los últimos años hubo jornadas de vacunación y castración para perros y gatos. Actualmente funcionan talleres de folclore, canto, literatura y memoria. Además por un acuerdo con el Instituto Súyay, hay personas con discapacidad que realizan tareas como asistentes de nuestra bibliotecaria. Y hace 2 años incorporamos una huerta comunitaria, donde los alumnos y los profesores son los mismos. Hicimos también varias cosas estructuralmente, hay una nueva sala en la terraza y ampliamos el espacio para poner libros”.
-¿Cuántos volúmenes tiene la biblioteca y con qué espacios cuenta?
-“Esta es una biblioteca con 30.000 volúmenes, de todo tipo. Los socios se pueden llevar hasta 3 libros a sus casas. Los no socios pueden usar las instalaciones, venir, pedir un libro, sentarse y leerlo, traer su notebook y usar el Wi Fi, venir a estudiar, hacer una consulta. Aparte de nuestro espacio principal, tenemos otro en la terraza y tiene instalación eléctrica. Pueden venir y leer un libro en la terraza, tomar mate, ese es un nuevo espacio. Tenemos también una sala infantil con libros y juegos para chicos. La biblioteca tiene dos características: al ser popular, es de estanterías abiertas, entrás y elegís el libro –todos tienen carteles- o le podés preguntar a la bibliotecaria por algo específico y te orienta. También podés recorrer las estanterías y elegir lo que querés después. Los libros llegan por compra directa, compra por subsidios o donaciones. Muchas veces los socios también eligen los libros que quieren, tras contestar un mail o mediante un formulario que pueden completar por ejemplo, antes de que se haga la Feria del Libro”
-¿En qué consistió la reforma estatutaria?
-“Hubo recientemente una reforma estatutaria, dimos de baja a todos los socios que había. En el padrón había como 3.000 pero varios no aportaban ni venían. Actualmente hay unos 90 socios. Si alguien quiere asociarse es muy simple: debe traer el DNI, un impuesto y la cuota es de 500 pesos mensuales. El estatuto anterior era antiguo, tenía 50 años, este se adapta a los tiempos actuales. Por ejemplo había que avisarle a un socio por carta documento que dejaba de ser socio porque no pagaba hace años. El nuevo dice que si querés ser socio tenés que reinscribirte, sino automáticamente dejás de ser socio. Hoy se simplificó todo, la Comisión Directiva se redujo a 5/6 personas más la Comisión Revisora de Cuentas que son 3 personas más. Antes eran en total más de 20. Se prevé hacer comisiones con representantes. Puede haber por ejemplo uno de la Huerta, que participe de la Comisión Directiva, pero sin formar parte de esta. Lo mismo con los Talleres, que por suerte están haciendo que participe mucho la gente del barrio. Ahora haremos una asamblea electiva donde se elegirá la Comisión Directiva. Se hace cada 2 años. Somos pocos en la Comisión Directiva y esto tiene que renovarse”.
-¿Cómo se manejaron en la asociación durante la pandemia?
– “En la pandemia cuando estaba la cuarentena estricta, lo respetamos, no hicimos ninguna actividad. Después abrimos la puerta a medias, como habían abierto otras cosas. La gente no entraba a la biblioteca, formaba fila afuera, todo como si fuera un negocio. Atendíamos detrás de la reja, con los cuidados que había que tener. En un momento, se decía que los libros podían contagiar entonces se ponían en una caja y se guardaban hasta cumplir la cuarentena. Más adelante cuando todo mejoró, hicimos algunos eventos en la vereda, cortando la calle. Luego, dentro de la biblioteca también. Y bueno, después retomamos la actividad, hoy prácticamente tenemos un ritmo normal”.
-¿Qué proyectos tienen para los próximos años?
-“Ahora nos queremos expandir hacia la calle por eso presentamos un proyecto que se llama el “Pasaje Granada Verde”. Fue aprobado por el Consejo Consultivo de la Comuna 15, por la Junta Comunal, ahora pasa al Ejecutivo. La idea es reducir un poco la calle, agrandar la vereda a 8 metros, hacer canteros, plantas y ese tipo de cosas. Hacer eventos en la calle y poner mesas y sillas, para extender el centro cultural hacia la calle. Que la gente pueda leer un libro tomando sol o fresco, tomando mate. Otro de nuestros proyectos es extendernos al Bajo Viaducto del Ferrocarril San Martín. Se lo comenté a Larreta pero es un tema que viene muy complicado. Las estaciones quedaron para la Nación pero el Bajo Viaducto quedó en un gris. Parece que estaban por llegar a un acuerdo Nación y Ciudad, veremos qué novedades hay al respecto. Otra iniciativa que estamos pensando es hacer un café literario. También arrancar con audio-libros. Y llevarlos a gente que los necesite, personas con discapacidades visuales”.
-Por último, ¿Cómo va la lucha por la recuperación del Cine-Teatro Taricco en La Paternal?
“El Cine Teatro Taricco (Av. San Martín 2377) como se sabe está cerrado y hace 30 años que el barrio viene luchando por su recuperación. Después de la pandemia empezó una tercera etapa, comenzamos a reunirnos y presentamos un nuevo proyecto. Es el mismo, van agregándose algunas cosas pero es prácticamente el mismo que hace 15 años. Estamos intentando concurrir a las comisiones de Cultura de la Legislatura porteña. Ya hablamos en la de Asesores, lo haremos en la de Legisladores y bueno, después es un trabajo de hormiga, golpeando la puerta de cada despacho de los legisladores. Haremos actividades en la calle para profundizar el reclamo. Si bien no hay algo concreto, se ha ganado en conocimiento, no es extraño que la gente escuche lo que es el Taricco, el tema está instalado en todos lados”.