Por Ezequiel Semo. Pesaj 5783- 2023

El miércoles 5 de abril (15 de nisan en fecha hebrea) festejamos Pesaj. La pascua judía, la fiesta de la Libertad. En estos días recordamos, tal lo realizamos hace más de tres mil años, como el pueblo judío se despojó de la esclavitud en Egipto.

La palabra Pesaj significa en hebreo “saltear”. Según el relato bíblico, la décima plaga que Dios envía a Egipto, ante la negativa del faraón de liberar a los esclavos, mata a los primogénitos de todos los hogares, salvo aquellos del pueblo hebreo que estaban marcados con sangre de un cordero sacrificado por instrucción de Moisés.

“El ghetto se ha negado a seguir viviendo sin voluntad propia. La casa de los esclavos se ha convertido en el palacio más hermoso del heroísmo.”1

Ya en el siglo XX, el 19 de abril de 1943 (15 de nisan de 5703), primera noche de pesaj, comenzaba el heroico levantamiento del Gueto de Varsovia, en la capital de Polonia.

El 1 de septiembre de 1939 el ejército Alemán invade Polonia por tierra, mar y aire. En noviembre de 1940 establecen el gueto de Varsovia. Toda la población judía que reside fuera de los límites de él es obligada a mudarse a su interior. A los 300 mil judíos varsovianos se suma el ingreso de más de 150 mil israelitas procedentes de los alrededores de la capital y de otras ciudades de Polonia. Cada día crecen las paredes y las alambradas que rodean al gueto hasta que finalmente los judíos son aislados absolutamente del mundo exterior.  “Lo que ocurre detrás de los muros, se vuelve cada vez más lejano, cada vez más oscuro. Lo importante ahora es solamente el día de hoy, los asuntos inmediatos. (…) Solamente en estos temas se concentra el interés del hombre medio del gueto. Importante es una cosa: poder vivir. Esta particular “vida” la entiende cada uno a su manera y es también variada, dependiendo de las condiciones y posibilidades. “2

Desde el 12 de noviembre, todo judío y judía debe, a partir de los doce años, llevar sobre el brazo derecho una banda blanca con un maguen David (estrella de David) azul. A pesar de las promesas de los alemanes de productivizar el gueto, se establece una completa pauperización.

Tras los muros del gueto de Varsovia llegaron a vivir 500 mil personas. Y a pesar de todas las tragedias que se vivían a diario, sus habitantes lograron tener una vida organizada, lograron encontrar un equilibrio espiritual, moral y político.

El 22 de julio de 1942, las fuerzas nazis se dispusieron a liquidar el gueto. Aquel día la Gestapo exigió al consejo judío (Judenrat) de 6 a 10 mil judíos diarios para la deportación hacía el este. Esta acción tenía por objeto el aniquilamiento moral y la liquidación física de la población judía en un tiempo record. La perversa propaganda nazi decía que serían trasladados para trabajar en distintas fábricas. Es así que miles se presentaron voluntariamente en la Umschlagplatz (lugar de concentración desde donde partían los trenes en los que se enviaban a los judíos a los campos de exterminio).

Ante este panorama siniestro, la idea de una resistencia armada comienza a tomar fuerza en agosto de 1942. Alrededor de mil jóvenes judíos nucleados en partidos de izquierda, movimientos sionistas o independientes se juntaron para combatir a un enemigo en común: La bestia nazi junto sus esbirros colaboracionistas; la policía polaca y las divisiones de ucranianos, letones y  lituanos.

Durante los tres años de existencia del gueto (noviembre 1940- mayo 1943) la organización de combate judía fue consiguiendo todo tipo de armas: Revólveres, pistolas, explosivos caseros, granadas, fusiles viejos y hasta una única ametralladora. Y sobre todo, juntando coraje.

“El armamento ingresa al gueto como cualquier otro contrabando. Los sobornados policías polacos cierran los ojos a los pesados paquetes que son arrojados por encima de los muros y son recogidos por personas vinculadas a la organización de combate. (…) Se organiza una compra en gran escala de material explosivo e incendiario (como por ejemplo 2000 litros de benina) y luego, una vez transportado al gueto, se instala una pequeña fábrica de granadas y botellas incendiarias”. 3

Al gueto llegan noticias de lo que sucedía en el exterior, con la liquidación de otros guetos como el de Lodz y con los tristes trenes de deportados: el verdadero destino final de estos eran los campos de exterminio. Por lo tanto las selecciones para partir al este son cada vez más resistidas. El 18 de enero los alemanes inician una aktion que es rechazada por la Organización militar judía. Para esta fecha quedan en el gueto de Varsovia unos 60.000 habitantes.

 “Los alemanes resuelven, a todo precio, liquidar el gueto de Varsovia. El 19 de abril del año 1943, a las dos de la madrugada comienzan a llegar los primeros avisos, desde nuestros guardias exteriores.(…) La población civil es, alertada por nosotros, se dirige prestamente a los lugares de apoyo previamente preparados y a los escondites. A las siete de la mañana ingresan al gueto los sectores motorizados del ejército, tanques y coches blindados. Explotan bombas de procedencia desconocida (granadas de nuestra propia producción); algo más lejos se oyen los disparos de fusiles. Y este es el comienzo”. 4

Fueron tres semanas de intensos combates, de insurrección y valentía.

“El 10 de mayo de 1943 finaliza el primer período de la historia sangrienta de los judíos de Varsovia, primer período temporal de nuestra sangrienta historia. El sitio donde alguna vez estuvo el gueto es una montaña de escombros nivelada, que alcanza la altura de dos pisos. Los que cayeron, cumplieron con su deber hasta el final, hasta la última gota de sangre, que fue absorbida por el suelo del gueto de Varsovia. Nosotros, los que quedamos vivos, transmitimos a ustedes todo esto para que su memoria nunca sea olvidada.”5

El coraje y el valor lo siento hoy conmigo. Es importante recordarlos: su lucha es un orgullo.

¡Acá estamos!

¡Mir zainen do! – ¡Acá estamos!. En idish, fragmento del gran himno de los partisanos Zog nit keyn mol az du geyst dem letsn veg (Nunca digas que esta marcha es la final)

Congregados en casa, sobre la calle Juan A. García, la noche del 05 arranca el seder de pesaj. Luego de la bendición del vino comienza el relato de la salida de Egipto. Como hace miles de años, por medio de símbolos,  metáforas y ayudados por un libro particular (la hagadá de pesaj)  se cuenta, de forma pedagógica y lúdica, esta historia para que los más chicos de la familia la escuchen y que traspase así de generación en generación. En medio del severo relato que recuerda las negaciones del faraón, que enumera el castigo de las diez plagas, la muerte, los cuarenta años por el desierto y el origen de la costumbre de comer pan ácimo (matzá) en pesaj, desde la cabecera de la mesa, Rosita Rozenfarb (con casi 90 años, la persona más adulta de la familia) suma un detalle a la narración. Rosita dice: “Se hacía la masa. Al tener, nuestros antepasados, que salir de Egipto de raje, se la pusieron en los hombros. Como caminaban y hacía tanto calor la matzá se hizo sola”. Los niños y niñas presentes la escuchan atentamente.

Dice en idish un fragmento del gran himno de los partisanos Zog nit keyn mol az du geyst dem letsn veg (Nunca digas que tu marcha es la final), compuesta por el joven escritor y combatiente del gueto de Vilna Hirsch Glik (1922-1944):

¡Mir zainen do! – ¡Acá estamos!

Jag pesaj sameaj para todos y todas.

1 Mendelsohn, Schlomo (1978). La resistencia del ghetto de Varsovia. Buenos Aires, Biblioteca popular judía.

2 Edelman, Marek (1994). El gueto lucha. Buenos Aires. Editorial Milá – AMIA.

3 Ibídem

4 Ibídem

5 Ibídem

El autor, un judío libre de La Paternal,  vistiendo una galabiya (tipico atuendo usado en Egipto) camina por las calles de El Cairo, Egipto, en junio de 2010. Foto: Ezequiel Surpin.

Ezequiel Semo es artista visual e investigador. Trabaja en el Centro de difusión e información sobre el judaísmo argentino Marc Turkow de AMIA. Accionó quince años en el proyecto artístico ABTE – Agrupación Boletos Tipo Edmondson-. Es fundador del Archivo Textil Ferroviario. Lo encuentran en las redes: Ezequiel Semo en FB e IG y No demuelan la estación La paternal en FB. Contacto: ezequielsemo@gmail.com

Foto de portada: Monumento que recuerda el heroico levantamiento del gueto de Varsovia. Obra de Natan Rapaport. Réplica de la de Varsovia erigida en el Museo Yad vashem, Israel. Ezequiel Semo 2010

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