Entrevista a la ex vecina de Villa Crespo y enviada especial de Infobae al mundial de fútbol femenino de Francia

Fuente: Periódico Voces de la Comuna 15 -¿Y qué repercusión sentís que tuvo el mundial en la Argentina? ¿Era lo que esperabas o te sorprendió? -“Desde allá sentía que se estaba generando algo que a mí no me sorprendió, yo sabía que esto iba a pasar. Ojalá este sea el puntapié inicial para algo grande. A las chicas les hicieron tremenda bienvenida en el aeropuerto de Ezeiza, las empezaron a llamar de los canales de TV, de las radios. De a poco ellas van a ir cayendo en lo que se generó, está bueno que el público en general empiece a conocerlas por nombre y apellido, que sepan donde juegan, de qué juegan”. -¿Cuál es para vos la candidata a ganar el mundial? Nota: La entrevista fue hecha cuando se iban a disputar cuartos de final. – “No tengo dudas de que Estados Unidos es la máxima candidata (fue campeona venciendo 2-0 a Holanda en la final). Las vi en la cancha contra Chile (3-0 para EE.UU.) y la diferencia era abismal, aunque Chile hizo un dignísimo partido.”. -¿Qué opinás sobre la profesionalización del fútbol femenino en la Argentina? – “Hasta hoy el fútbol femenino es amateur en Argentina y la liga profesional comenzará en el segundo semestre, que tampoco viene a salvar a nadie. Estamos hablando de 125.000 pesos al mes a dividir entre 8 y 11 contratos por lo cual da un poco más de 10.000 pesos por jugadora si es más o menos equitativo. Casi que ni el alquiler podrán pagar con eso las chicas. Entonces hoy ellas tienen una doble o triple tarea. Aparte de jugar al fútbol o tienen otro trabajo o estudian, o trabajan y estudian, algunas también son madres por lo que dependen en parte de sus compañeros o compañeras, y aparte hay que hacerse cargo de tareas domésticas. Hoy el fútbol femenino en Argentina es mucho sacrificio, tener que entrenar en horarios o lugares nada cómodos, a veces las condiciones no son las mejores, ya que no les dan la ropa o no les prenden las luces de las canchas, ellas ponen plata para jugar porque en algunas instituciones deben ser socias de los clubes. La UAI Urquiza (último campeón) es el equipo más poderoso en la Argentina y tiene varios títulos en los últimos años. Posee un sistema en el que beca a sus futbolistas, pueden trabajar en la institución y pueden entrenar doble o triple turno si lo necesitan porque la prioridad allí es el fútbol o si tienen que ir de pretemporada o viajar algún torneo, pueden hacerlo porque les dan el permiso, pero eso no suele ser así en los otros clubes (en Primera A hay 16 equipos y Atlanta descendió a Primera B. Argentinos y Comunicaciones tienen equipo pero no están en Primera A). Ir a jugar al exterior es para las jugadoras que están en la selección, que tienen algo de vidriera, o para alguna que juegue en algún club grande y la vengan a ver, no es un mercado muy desarrollado. La mayoría de las chicas está yendo a jugar a España. Es la liga que mejores condiciones les ofrece a ellas, también por el idioma. Pero no creamos que van a salvarse o que van a juntar plata o les podrán pasar plata a su familia. Van a trabajar de eso sin necesidad de hacer otro trabajo extra pero no les va a sobrar, para nada”. -¿Te definís como feminista? -“Yo desde que tengo uso de razón me defino como feminista, tengo conciencia de género. El periodismo deportivo es un ámbito en el que a las mujeres nos ha costado mucho entrar. Participé en los últimos años de muchas movilizaciones que se han hecho por los derechos de las mujeres, por la legalización del aborto legal, seguro y gratuito. Creo que se están rompiendo prejuicios y tabúes en nuestra sociedad. Y tiene mucho que ver la fuerza del movimiento de mujeres y como está transformando creencias, rompiendo estereotipos o mandatos culturales o sociales. A las mujeres cuando yo era chica, nos decían que no teníamos que jugar al fútbol. En la primaria o la secundaria los varones hacían fútbol y las chicas handball o vóley o gimnasia y jugar al fútbol estaba prácticamente mal visto para las mujeres. Hoy es normal ver chicas jugando en una canchita alquilada. Creo que con este boom del fútbol femenino, ya cada una puede hacer lo que quiera, cada vez más nenas están buscando escuelitas para jugar. Esto va de la mano de una transformación social importante”. -Por último…¿Sos de jugar al fútbol y de ir a la cancha? -“Yo no juego al fútbol, nunca me surgió esa inquietud. Colegas me invitan a jugar pero no soy muy de practicar deportes. Pero a la cancha voy siempre, mi viejo me llevó a la cancha de Atlanta por primera vez a los 3 o 4 años. También soy muy hincha de River, cuando tenía unos 10 años fue una época gloriosa de River (cuando ganó la Libertadores en 1996) y era muy fanática. Soy muy “doble camiseta” (risas), a Atlanta voy siempre, hago malabares con el trabajo para cambiar horarios y para poder ir. El ascenso del masculino fue una fiesta. De visitante trato de ir lo más que pueda, puedo aprovechar que me puedo acreditar para ver los partidos. Ahora se viene un desafío muy grande para el masculino de Atlanta en el Nacional B, se está renovando todo el plantel, se fueron figuras pero también firmaron muchos nuevos. El DT deberá darle una identidad y el objetivo será sostenernos. Al femenino también voy a verlo, últimamente estuvo haciendo de local en el predio de Villa Celina y ahí ya se me complica para ir. Lo estuve mirando por transmisiones en Internet. Fue una pena que hayamos descendido, el fútbol femenino era la única disciplina de Atlanta que estaba en primera división de algún deporte. Creo que con más apoyo dirigencial podremos volver, ya que había muchas limitaciones. Ahora hay un cuerpo técnico nuevo, tengo entendido que son muy trabajadores aunque aún no he podido hablar con ellos. Es el ex DT del femenino de Argentinos Juniors. Para el femenino de Atlanta el objetivo será volver a estar en primera. Queremos ser parte de esta nueva etapa del fútbol femenino en la Argentina, tuvimos la plaza y tenemos que volver”. Foto: Picimon

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