Comenzaron las tareas de descontaminación en el taller Rancagua de Chacarita. El proceso llevará varios meses

En el barrio de Chacarita, debajo del Parque Los Andes, se halla el taller ferroviario Rancagua, centro de reparación de vagones de la línea B de subtes. Allí, los empleados de la empresa Borg, con sus trajes con mamelucos descartables, capuchas, máscaras vidriadas con válvulas de exhalación y con filtros, guantes y botas de seguridad; se encuentran manipulando el peligroso asbesto o amianto. El jueves 2 de enero la empresa Metrovías mostró a la prensa cómo se está retirando este material contaminante y cancerígeno de las distintas formaciones del subte B. El asbesto o amianto es un material que está compuesto por miles de fibras que pueden separarse con facilidad, hasta llegar a fibrillas de tamaño microscópico cuya aspiración causa enfermedades que afectan la pleura, como el mesotieloma, que es un cáncer, o la asbestosis. Por estas razones su manipulación es muy peligrosa y se necesita de extremas medidas de seguridad para evitar tanto la contaminación propia como la del ambiente. Fue por ello que la empresa contratada por Metrovías para este trabajo, Borg, hizo montar en el taller Rancagua un túnel de vacío de más de 60 metros de largo para poder desamiantar. Esta estructura está forrada con polietileno de 200 micrones y allí se conectan dos depresores que producen 5 pascales de presión negativa para mantener las partículas en el interior del túnel, que posteriormente son filtradas y tras ello enviadas como aire limpio al exterior. Para lograr el desamiantado se necesita que las formaciones entren al túnel de a tres vagones (tripla) para que cuando estén adentro pueda sellarse el área y extraerse la presión del interior para generar el vacío. El sector debe mantenerse siempre hermético para asegurar que el nylon que reviste el interior del túnel se mantenga en buen estado. Finalmente aquellas piezas que tengan asbesto serán desmontadas y embolsadas, para pasarse al cuarto de descontaminación, que se sitúa dentro del área de trabajo del túnel que trabaja bajo el mismo principio, con la presión negativa de cinco pascales. “Se ingresan las piezas a descontaminar, se lavan, se ponen dentro de otra bolsa y se sacan descontaminadas para ser trasladadas a la zona de acopio en el taller. Los residuos van en doble bolsa de nylon de 200 micrones y selladas con el sistema denominado cuello de ganso y precinto”. Cuando llegan a una cantidad de residuos que les justifica el traslado, un camión cada tres triplas aproximadamente, los desechos son llevados “en transporte autorizado –tiene que tener chofer y vehículo autorizado—para su disposición final en los rellenos autorizados por Nación. En este momento, el único habilitado es en San Lorenzo, provincia de Santa Fe”, detalló Aníbal Rojas, gerente de operaciones de Borg, a Página 12, explicando lo que sucede en ese cuarto. De acuerdo a lo informado por funcionarios de Metrovías, ninguno de los puntos de descontaminación está en contacto con los pasajeros. En un 90% estos trabajos se concentran en la zona baja de los vagones, en los apagachispas y aisladores de resistencia de los trenes. El restante 10% se reparte entre la cabina del motorman y en dos puntos del salón de pasajeros: el pulsador de emergencia y alas de las cabinas, que no se usan más. El proceso de desasbestización del subte B comenzó hace unos meses, tras la denuncia por la presencia de asbesto por parte de trabajadores en el mes de enero de 2018. Ya 14 empleados de la línea B fueron diagnosticados con placas pleurales por la exposición a este material. Deberán descontaminarse un total de 16 formaciones, a razón de dos trenes por mes (más de 90 vagones en total). Después de los reclamos de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) fue conformada una Mesa de Trabajo entre la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, el mencionado gremio, Metrovías, la Agencia de Protección Ambiental (APRA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) y la Defensoría del Pueblo. La Mesa de Trabajo se encargará de aprobar la descontaminación de cada “tripla” para que esos vagones puedan volver a servicio. Foto: Página 12 Caracteres: 4.162

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