Fuente: Asociación de Medios Vecinales

Organizado por el radical Leandro Santoro, Alberto Fernández y Matías Lammens estuvieron presentes en el Club Lalín (Moreno 1949) compartiendo una cena con importantes dirigentes políticos y compañeros del Frente de Todos. Bajo el lema “Ahora Alberto”, las agrupaciones alfonsinistas idearon el evento para demostrar su claro apoyo al posible presidente de la Argentina a partir de octubre, allí estuvo presente la Asociación Civil Medios Vecinales (ACMV). Se destacaron las voces de Fernández, Santoro y Lammens. “Hace mucho que soy amigo de Alberto Fernandez, pero en el último tiempo todo el mundo lo sigue con cámaras, entonces si vas a comer con él te sacan una foto y te filman. Pero no es una relación nueva. Como soy amigo, estaré donde me necesite, si necesita que esté en el gobierno estaré y si necesita que lo ayude desde la Legislatura también”, dijo Leandro Santoro. Alberto Fernández, candidato por el Frente de Todos recordó a Raúl Alfonsín con unas cálidas palabras. “Era un hombre inigualable que le tocó vivir en tiempos difíciles, pero en estos tiempos, uno debe destacar virtudes de él, porque hemos vivido en un tiempo en que casi nos convencen que la política es mala, y que las soluciones están en las manos de los no políticos, y no hay mayor decencia que hacer política”, destacó. En el medio de la cena, Fernández recordó una anécdota junto a Alfonsín y Néstor Kirchner: “Un día le dije a Néstor que deberíamos tener un gesto con Alfonsín, y ahí lo convencimos que nos acompañara a la asunción de Benedicto XVI, y nos acompañó al Vaticano. Allí me llama Néstor, que estaba en una pizzería en Piazza Navona (Roma). Ahí lo llevé en auto a Alfonsín. Se me puso a hablar ahí, en tiempos despiadados para el radicalismo. Alfonsín me dijo: ‘¿Cómo vería usted si yo fuera presidente de la convención?” Y yo le dije que no tenía que involucrarse en eso, que se preservara porque era una institución y era un momento muy manoseado, que no se meta en el barro. Y se quedó callado 30 segundos, y me dijo: “¿Y usted quién es para decirme eso si es peronista?”, y me fue retando hasta llegar a Piazza Navona. Alfonsín era un tipo enorme y quería salvar al radicalismo como un militante. Luego, Santoro se dirigió a la oposición al decir que “se queden tranquilos porque nadie les va a filtrar conversaciones privadas”. Por otro lado, agregó que “comer no va a ser un privilegio con el gobierno de Alberto” y que “se va a gobernar para el interés común, se acabó el privilegio corporativo. Las decisiones se van a tomar en la Casa Rosada y no en Washington”. Finalmente, Lammens, candidato a Jefe de Gobierno, celebró el apoyo del radicalismo como una “muestra de la unión de la familia progresista”.

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