Fue ayer por la mañana. El Gobierno de la Ciudad afirma que la medida tiene que ver con el “incumplimiento sistemático de las normas contables”. Los padres y docentes, por su parte, creen que es una excusa tras haber ganado a la Justicia un litigio que se originó por la problemática relacionada con el uso del natatorio

Miembros de la comunidad educativa de la Escuela Álvarez Thomas (Nº 4 D.E 16), ubicada en Terrada 3983 –barrio de Agronomía- llevaron a cabo ayer por la mañana un ruidazo para protestar por la intervención de la cooperadora del establecimiento. El reclamo comenzó cerca de las 11 cuando el interventor, Antonio Salum, estaba dentro del edificio. El gobierno porteño acusa a la cooperadora de “incumplimiento sistemático de las normas contables”. Por su parte, los padres y docentes piensan que se trata en realidad de una excusa por haberle ganado ganado a la Justicia un litigio que se originó por la problemática relacionada con el uso del natatorio.

Los manifestantes llevaron barbijos y respetaron la distancia social para prevenir el COVID-19 y se escucharon bombos y bocinazos de autos que circulaban alrededor de la escuela, a modo de protesta. De acuerdo a fuentes del Ministerio de Educación porteño, esta intervención tiene que ver con que “En junio de 2020 se realizó un análisis interno en el que se observó: incumplimiento sistemático de las normas contables dentro de la ley marco de Asociaciones Cooperadoras Ordenanza Nro. 35.514 y sus reglamentaciones posteriores y disposiciones específicas”. Además, Educación señaló que la cooperadora tiene en “un Fondo Común de Inversión de $ 24.487.031,63 yendo en contra del espíritu de una Asociación Cooperadora en el marco de la Ordenanza mencionada”. También acusa a la cooperadora de “la contratación de docentes dependientes del Ministerio de Educación para el desarrollo de actividades extracurriculares, no conforme con la normativa vigente que regula a las Asociaciones Cooperadoras” y del “cobro de actividades extracurriculares”.

Los padres y docentes del “Alva” –donde concurren cerca de 800 alumnos que asisten jornada completa-, como se conoce popularmente a esta escuela; argumentaron que el superávit mencionado es “producto de una gestión impecable que tiene todo el respaldo de la comunidad educativa”. En cuanto al litigio por el uso del natatorio, tras unos dos años, el Juzgado Nº10 dictó recientemente un fallo en contra del Gobierno de la Ciudad que ordena que se restablezca el derecho a aprender a nadar de los niños del establecimiento. La pileta del “Alva” había sido creada en 1971 con la autorización de la entonces Municipalidad de Buenos Aires, con fondos de los padres de los alumnos de la escuela en aquellos tiempos, que conformaban la asociación cooperadora.

La pileta funcionó normalmente hasta que en 2017 el gobierno porteño reformuló el Plan Natación –con un recorte-, tras lo que niños y niñas de Sala de 4 del “Alva” quedaron excluidos del uso del natatorio. Allí comenzó el conflicto por el uso del mismo que duró más de dos años y terminó con un litigio.

Las familias que se manifestaron indicaron tras la protesta: “Responsabilizamos al Gobierno de la ciudad por cualquier decisión que se tome durante la intervención, de espaldas a los socios de la cooperadora, y afecte el funcionamiento del natatorio, el comedor y/o los fondos que con tanto esfuerzo la comunidad de la escuela ha reunido y administrado en favor de los intereses de los niños y niñas”.

Reproducimos aquí el comunicado que envió la Asociación Cooperadora de la Escuela Álvarez Thomas a la comunidad del establecimiento antes de la protesta de ayer:

COMUNICADO A LA COMUNIDAD DEL ALVAREZ THOMAS
Ponemos en conocimiento de toda la Comunidad de la Escuela Álvarez Thomas que el día de la fecha hemos sido notificados de la intervención de la Asociación Cooperadora por parte del Ministerio de Educación de CABA.

Quienes integramos la Comisión Directiva estamos a disposición de todos los órganos de control existentes para rendir cuentas de los actos que se han llevado a cabo, pero especialmente a disposición de las familias y los socios de cooperadora.

Lo sorpresivo y arbitrario de la decisión no nos permite poder informar ahora, de los motivos formales de la intervención, pero no dudamos que es en respuesta al resultado desfavorable para el GCBA de las acciones llevadas a cabo por la comunidad por las clases de natación de jardín y primaria.

Creemos que es necesario poner en alerta a toda la comunidad de la escuela.  Si bien en la sentencia definitiva del amparo hicieron lugar a la demanda en cuanto a la reposición de las clases de jardín, en el cuerpo de la sentencia se hicieron apreciaciones que excedían lo planteado en cuanto a que los objetivos pedagógicos estarían cumplidos con 14 clases anuales tanto para nivel inicial como para primaria. Con este antecedente, no tenemos dudas, que el objetivo del GCBA es desarticular la comunidad atacando a la cooperadora para poder avanzar sobre la pileta y sobre los recursos de la escuela. Prontamente les enviaremos las irregularidades relevadas por el GCBA y los descargos correspondientes efectuados por la cooperadora para que puedan apreciar la finalidad de la intervención.

Agradecemos el apoyo de las familias y esperamos poder comunicar prontamente alguna novedad. Hoy más que nunca se requiere de una comunidad unida en defensa de la Escuela. Asociación Cooperadora EAT

Foto: Télam

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