La urbe fue fundada dos veces, por Pedro de Mendoza y Juan de Garay respectivamente

La Ciudad de Buenos Aires fue fundada dos veces. La diferencia entre la primera y segunda fundación de Buenos Aires es que la primera fue abandonada a los pocos años y la segunda prosperó hasta llegar a convertirse en 1776 en la capital del Virreinato. La primera fundación de la ciudad a la que llamaron “Santa María de los Buenos Aires”, estuvo a cargo de Pedro de Mendoza que en 1536 partió de España junto a alrededor de 1500 hombres y tal vez ni siquiera fue pensada como ciudad sino como campamento militar o cabecera de puente. Su vida fue efímera, al poco tiempo, el hambre y los enfrentamientos con los indígenas hizo que su población disminuyera considerablemente cada año, lo que motivó que Pedro de Mendoza regresara a España y los hombres que se quedaron se trasladaran a la Ciudad de Asunción. La segunda fundación de Buenos Aires partió ya no de España como la primera sino de Asunción, contaba con menos cantidad de hombres, alrededor de 70, esta vez casi todos nativos que tenían conocimiento del territorio. Juan de Garay le dio el nombre de Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de Buenos Aires, pensando en fundar una ciudad puerto que permitiera que los productos de Potosí, Tucumán, Córdoba y Asunción llegaran al Viejo Continente. Es de suponer que Juan de Garay y sus hombres una vez llegados a la desembocadura del Río de la Plata luego de elegir el sitio para el asentamiento y cuadricular el espacio dibujado en un plano lo primero que hicieron fue que todos juntos se dirigieran a la plaza y “allí pusieron y alzaron el dicho rollo y árbol de justicia”. Fijado el emplazamiento según las ordenanzas se comenzaba a repartir las tierras distinguiéndose entre espacios públicos y privados. La elección del sitio respondía a temas de seguridad, salubridad, presencia indígena y disponibilidad de riquezas naturales aunque no siempre se tuvieron en cuenta estos factores. A partir de allí el espacio se organizó en torno a la plaza privilegiándose el área cercana al río. Al norte y al sur de la ciudad se establecieron diferentes franjas, al sur del Riachuelo una franja ganadera, al norte una zona agrícola y tres centros ganaderos. La ciudad se extendería apoyada en la barranca y limitada al norte y al sur por dos pequeños arroyos. Se trataba de 135 o 144 manzanas. Las cuadras tenían 140 varas de lado (121 metros) y las calles once varas de ancho (9,50 mts). En torno de la plaza se levantaría el fuerte y residencia del “Adelantado”, el Cabildo y la Catedral. Al norte y al sur de la plaza los solares de las congregaciones religiosas. Se reservó un espacio para el hospital y otros para viviendas, chacras y corrales así como para huertas. Un espacio fue reservado para el puerto frente al sitio destinado al fuerte. Al norte de la ciudad entregó una franja de chacras (“suertes de chacras”) y hacia el sur de la ciudad las llamadas “suertes de estancias”. Valorizando con esta organización del espacio una franja costera de 180 km. entre Magdalena y el norte de Zárate con una profundidad no mayor a 8 km. La plaza Mayor se convertiría con el paso del tiempo en el centro de la vida urbana y también lo sería su otro puerto, localizado en el sur de la ciudad en el “Riachuelo de los Navíos”, en donde se construiría un pequeño fuerte, la primer aduana y la oficina del “trajinista”, encargado de transportar las mercaderías descargadas por los navíos al centro de la ciudad. La ordenanza de Felipe II disponía que una vez hecha la planta y el reparto de solares cada uno de los pobladores armara su lugar adonde pudieran protegerse. La orden de los franciscanos fue la primera en recibir un lugar en el reparto que realizó Juan de Garay en 1580, fue allí en donde se levantó un templo católico en donde hoy se encuentran la Basílica, el Convento de San Francisco y la capilla de San Roque en Alsina 380, en el barrio de Monserrat. Caracteres: 3.865 Foto: Wikipedia (Juan de Garay)

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