“Restituir la presencia del artesano (ferroviario) retomando sus herramientas y oficios fue la forma de accionar ante la degradación de nuestro paisaje cotidiano. Devolverle la dignidad a los carteles nomencladores de las estaciones y otros objetos (…) pasó a ser el soporte sobre el cual ABTE acciona como artistas pintores”. Patricio Larrambebere en Artes visuales, pintura y ferrocarril. En ABTE, quince años de cultura ferroviaria, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, 2016.

Este mes el barrio de La Paternal cumple 119 años. El origen de este aniversario es ferroviario y está ligado a nuestra estación.  El 12 de julio de 1904, a dos años del inicio de la construcción del edificio y poco antes de que se inaugure al servicio público, el estado nacional aceptó la propuesta del Ferrocarril Buenos Aires al Pacifico de cambio de nombre de Chacarita por La Paternal para dicha estación. La aprobación de la sustitución de nombre quedó registrada en el Boletín Oficial de la República Argentina N° 3225 publicado el sábado 16 de julio de 1904.

99 años después, en julio de 2003 cuando todavía el San Martín estaba administrado por la nefasta empresa METROPOLITANO (en julio de 2004 el estado Nacional le quitaría la concesión) y en un contexto de paisaje ferroviario abandonado, deteriorado, la Agrupación Boletos Tipo Edmondson – ABTE-  realizó una intervención artística en la estación La Paternal.

En aquella época la estación aún conservaba tres carteles de andén de los cuatro que supo tener. Todos de la misma materialidad, confeccionados en su totalidad en metal. En la estructura de los mismos se podían rastrear las marcas de las distintas administraciones que estuvieron a cargo de la línea: las letras eran las originales  del FC Pacifico (1904 -1948), ya los tableros y marcos fueron realizados por el ferrocarril estatal (1948 – 1994) para remplazar los componentes estructurales originales de madera que se fueron deteriorando con el paso del tiempo. Los dos del andén ascendente (a Pilar) estaban montados sobre la reja que delimitaba el andén mientras que el tercero, y único sobreviviente en el andén descendente (a Retiro), se erigía atornillado sobre dos postes tubulares.

El domingo 20 de julio era un día nublado. Ese día la estación no contaba con personal de seguridad/evasión de boletos y la frecuencia entre trenes era baja. Junto a Patricio Larrambebere llegamos hasta el cartel ubicado en el andén ascendente, punta Villa Del Parque, vestidos con gorra y camisas de trabajo de FERROCARRILES ARGENTINOS, cargando en nuestros bolsos con las latas de esmalte sintético, aguarrás, pinceles de letrista y rodillos, lijas y cepillo de alambre, cinta de enmascarar, latas de arvejas usadas, diarios y trapos. Elegimos trabajar con este cartel ya que contaba con dos características: la primera era  su estado, era el que más vandalizado estaba. De diez letras solo conservaba enteras cuatro (L, R, N, L).  Algunas letras faltaban en su totalidad, otras pervivían rotas, habían sido arrancadas violentamente. Los otros dos letreros contaban con todas las letras, por lo tanto, el que fue intervenido, era el que más redención necesitaba. La segunda y fundamental característica era su presencia distante en relación al edificio de pasajeros, que nos permitía, estar lejos del control para así poder realizar la intervención sin ningún tipo de suspensión de nuestras tareas por parte de la empresa.

Arranca la intervención a pura lija y cepillo de alambre y una vista del estado del cartel antes de la acción. Cuadro del vídeo disponible en el canal de YouTube de ABTE (https://www.youtube.com/watch?v=W-12FYixXUE&t=64s)

Comenzamos lijando y cepillando, luego comenzamos a pintar. Elegimos volver a usar los colores con los que el Ferrocarril Gral. San Martín estatal pintaba sus carteles de estación, por lo menos entre 1969 y 1993: letras blancas, tablero negro mate y marco naranja. Enmascaramos con cinta una porción del marco, la idea era que quedará tal cual estaba, esto delimitaría y evidenciaría la falta de mantenimiento con que Metropolitano trató al patrimonio ferroviario  propiedad de todos.

Pleno proceso de la pintura, Patricio fileteando la P y Ezequiel aplica naranja con rodillo, dando retoques al marco. Arriba de PAT, vemos cómo quedó la fracción del marco sin intervenir. Foto: Carlos Jordan

Detalle del cartel,  intervenido cromáticamente con la paleta estatal, usada por el FC San Martín entre 1969 y 1993. La A de “LA”, medio rota, se completaron las patas de esta letra con oficio de letrista

También para dicha acción redacté el texto La geología de la estación La Paternal que se imprimió en un formato apaisado y sobre hoja amarilla para ser entregado a los usuarios y trabajadores que circularon en el mismo momento que se dio la intervención de ABTE, transformados, por la acción artística, en espectadores y participantes de la obra.

La  intervención se fue desarrollando sin ningún problema, algunos usuarios se acercaban a observar y conversar. Un momento tensó se presentó con el arribo a la estación del tren cartonero con destino Retiro. El mismo estuvo parado algunos minutos más de lo común, y la verdad que era evidente la violencia ejercida a los usuarios de este degradado servicio a todo nivel: en lo social, lo económico, de transporte. Todos estos aspectos, que eran gestos de la época, quedaron en evidencia en el momento que el tren estuvo detenido.

Fundamental que la acción artística quedara registrada, así que invitamos al ceramista Carlos Jordan, que con la cámara, se hizo cargo de documentar en video. Junto a Patricio, con el crudo luego realizamos una obra audiovisual que está disponible, los invito a ver el video que se encuentra en el canal de YouTube de la ABTE:

También se tomaron algunas fotos que acompañan esta nota.

El cartel en su contexto, el paisaje ferroviario paternalense. Imagen tomada desde el andén a Retiro algunos días posteriores a la acción artística. Al letrero, lo fueron con la obra de elevación de andenes entre los años 2014 y 2015. Los andenes, la reja, el cartel, los árboles y las vías, ya son historia. Desaparecieron a la fuerza a medida que se construía el Viaducto a partir del año 2017. Pervive el galpón de cargas N° 1. Foto: Ezequiel Semo, Julio 2003.

Transcribo el texto que escribí para aquella jornada:

Artículo 136- reposición de señales a peligro antes de ser pasadas por el tren: b)… no deberá reponerse una señal a peligro ante un tren aproximándose (…) ello obligará a efectuar una parada brusca (cambio de humor del maquinista y de los hombres carteles). 1

La geología de la estación LA PATERNAL

Como el pasado no puede venir a nosotros, es ahí donde lo imaginamos encontrar

Los carteles de la estación La Paternal no tienen abrigo contra el frío, más que una capa de pintura blanca aplicada al mejor estilo “Pinto y a mi casa parando en Palermo, Chacarita (Paradero) y directo a Hurlingham”. Tampoco sienten vergüenza al ser mirados u observados por las personas que suben, transitan por, o bajan de los trenes que paran en la estación que será eje de este texto. La realidad es que hoy están casi olvidados, abandonados, de aspecto como el de un viejo venido abajo por el pasar de las jubilaciones miserias que año tras año al banco va a cobrar. Tienen mutilaciones de sus propios nombres (Letras P no existen, la T sin el palito), también cual pueblo que por el pasar de años malos y por causas no naturales va perdiendo su identidad, el recuerdo de cuál es su nombre. No se puede olvidar las características ampollas que tienen en su piel abrigo- blanco, que al romperse reflejan y muestran un pasado histórico y de otro color. A través de estas laceraciones epidermis férrica de los carteles, se puede ver un color de otra época y todas las visiones que estos habían vistos, accidentes, besos y despedidas, ferrocarriles a horarios, guardas, colores distintos de coches (hoy casi vagones de carga) y todas las imágenes de la gente que tomó o espero el tren años por años y que hoy ya no están. Dando como resultado posteriormente un ocultamiento de todas estas sensaciones e imágenes por una mano disparejamente aplicada de pintura, conservándose entre la capa vieja y la nueva, creándose un mundo histórico anclado en los tiempos y gente de un pasado (Una especie de congelador freezer de tiempos) que frecuentaba la estación. Este mundo se escapa, al mejor estilo pérdida de gas, por las rajaduras de la capa última llegando posteriormente a permitir la aparición de unos seres melancólicos  – preocupados – históricos: Los hombres carteles (que conforman otras de las facetas del ser humano como también lo forman el hombre huevo, el sauna, el cuchara). Estos hombres, producto de los andenes argentinos del presente, tienen la cualidad de tratar por momentos de ir en contra del pasar del tiempo (si es que está), de desarticularlo, de traer el pasado al presente, quizás por tener cierta sensibilidad por aquel mundo histórico que intenta hoy escaparse y ser sentido para luego llegar a la inmortalidad. Ya que este extraño universo es el eje, el alimento que sigue dando vida, al interior y al no olvido de los tres carteles con el nombre de aquella estación que habita la intersección de Warnes y M. R. Trelles, de aquel antiguo Ferrocarril BAP (Buenos Aires Al Pacifico). Ferrocarril San Martín.

Ezequiel Semo. Semana del 15 al 18 de julio de 2003.

1. metamorfosis del: reglamento interno técnico operativo, talleres gráficos del ferrocarril Belgrano, BSAS, 1958

El autor es artista visual e investigador. Trabaja en el Centro de difusión e información sobre el judaísmo argentino Marc Turkow de AMIA. Accionó quince años en el proyecto artístico ABTE – Agrupación Boletos Tipo Edmondson-. Es fundador del Archivo Textil Ferroviario. Lo encuentran en las redes: Ezequiel Semo en FB e IG y No demuelan la estación La paternal en FB. Contacto: ezequielsemo@gmail.com

Foto de portada:

Patricio Larrambebere, Ezequiel Semo y Carlos Jordan junto al cartel descrito en este artículo luego de la acción pictórica, paleta estatal sobre el mismo. ABTE- Agrupación Boletos Tipo Edmondson

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